Miss Cervantes

El entorno laboral es un vaivén de implicaciones tejidas de lo individual a lo colectivo, es cartografía de vialidades al ser y hacer, nudo donde dos o más individualidades al sostenerse engendran historia y la cuentan cuando se lee.
Esta es suya. Junio y Trece.
Su interacción es obra y consecuencia de una extraña rutina que aspira a ser extraordinaria, es efecto inmediato del encuentro de 2 en un momento único, tan simple que se vuelve irrepetible y humano. Sea esta convergencia solo episodio congelado de manifestaciones de vida en el entorno educativo, libido institucional pocas veces mostrado.
A continuación, como si fuese museo de obra viva con objetos hechos de letras, instintos, sorpresas, lean, entiendan, pero como si estuvieran intimando en la última fila de un oscuro cine, sientan, proyecten la siguiente y singular película:
Hola miss Cervantes.
Aprovecho la oportunidad para saludarle y desearle bienestar y felicidad, aunque mi intención es más particular y personal. Me explico: resulta que siento cero en conducta y la responsabilizo a usted por ser causa principal de mi anomalía actitudinal.
Antes de su llegada a esta escuela, me distinguí por ser un individuo integrado a mi entorno escolar, dirigiendo mi interés estrictamente a asuntos académicos y propios de mi edad. Era un ser adaptado y por consecuencia, dócil y domesticado, sin otra necesidad más que hacer lo correcto y seguir lo trazado, esto es, atender puntual las convenciones, aceptando fielmente los códigos y como reloj suizo, exacto, regulado.
Luego, usted llega intempestiva e inesperada a este colegio, y desde el primer día la presentan como orientadora educativa en mi grupo, y yo, inmediatamente cambio, en ese instante usted fue la creadora de mi azoro, musa de mi nueva sonrisa, enervante femenino de mi ánimo, visa a la pasión, lema de mi corazón, entrañable divisa.
Descubro su espigado cuerpo contoneandose como afiladas flechas hacia mi, aunque no descubro dónde me impactó, cimbró mi pecho y me hizo sentir inquieto por hablarle y que me conociera. Sonríe para mí, estoy seguro, desde entonces su presencia es un cometa que avanza a mi destino, verla viéndome le dota de alas a mi camino.
Usted llego y relinchó mi corazón, acelerando en desafiante carrera una tempestad de emociones y una poderosa y definida idea de pretenderla y obtenerla. Rápido y con amor como si mi cuerpo fuese una autopista su efecto circuló. Usted, sus ojos, no diga que no, su silueta, fue usted cada que le habla al grupo pero su mensaje solo tiene la acústica en mis sentidos, algo en mi fundó, que grandioso, es gran Diosa.
Desde entonces, tengo una razón para no tener más motivos, usted se ha convertido en plan de vida, por fin entiendo la diferencia entre meta y objetivo, excelente su enseñanza, soy tan consciente, ya definí a partir de su llegada mi vocación, me ha ayudado tanto, a diario la elijo como profesión.
Sin embargo, hoy, absolutamente desadaptado, después de experimentar cotidianamente su presencia y padecer ordinariamente a cuentagotas su terrible indiferencia, le exijo que merezco castigo, no por quebrantar lo establecido, sino porque no me han descubierto transgrediéndolo cada vez que la miro.
Hago lo obvio para ser descubierto, pero nadie me lo ha impedido. Deténgame. Y es que si me pillaran cuando la veo, soy muy honesto, la pienso cogiendo conmigo.
Cuando atraviesa la explanada con suma cautela la sigo y al venir al salón cierro mis ojos para esperar y sentir que viene conmigo, que me lleva a su cubículo y mientras avanza delante de mi, con mis dedos trémulos sin tocarla la mimo.
He memorizado su andar, movimiento, su ritmo. Sus nalgas en do mayor son soles y tarde. Sus piernas son verso, tonadita, picor en el cuerpo, relámpagos rojos, provocación. Usted es un premio que no he tenido.
Miss Cervantes, tiene que sancionarme, por favor lo solicitó, pero advierta que existo, gríteme si lo amerito, pero míreme en la eternidad de un ratito, regáñeme de ser necesario, pero hágalo con sus manos, minuciosamente lléveme en su mirada y oriénteme, sugiérame, dígame como hacerle para que este conmigo.
Con efecto y afecto
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