Die Verwandlung (Oficina Siniestra)

Die Verwandlung ha cambiado. Por eso se llama metamorfosis. Los que mandan saben porqué.

En la oficina siniestra donde trabajo  (técnicamente hablando  el  “Departamento  de Silogismos,  Sincretismos y Onanismos  diversos”)  hay  mucho  trabajo, y  poca paga. Pero, como dice nuestro Jefe,  Sombrío,  “vuestro trabajo  en K & Gobineau cambiará  el Mundo”.

Somos los moderadores de opinión. Somos Lobby. Somos la correa de transmisión del Priorato. Los que le escribimos los discursos a Barack Hussein Obama. Los adornos minimalistas de Hollywood  están a nuestro servicio. Cronopios y famas que diligentemente tecleamos enfebrecidamente al dictado del Zampolit ( Comisario Político)  en nuestras pantallas de última generación al son de los narcocorridos que  suenan en el hilo musical de la oficina.

Somos  la fuerza que gobierna al mundo.. Dependemos  orgánicamente del  Lander Intercultural de la Autonomía del Enclave Cantonal de la Comunidad de  Asociaciones Vecinales  Supranacionales, imbricados  -lógicamente- en el Moderno Estado  Federal de las Autonomías  del Conglomerado del Reino de Taifas Está clarísimo. 

Pero el verdadero  centro neurálgico no está en el downtown, sino en la capilla de las afueras.Ahí está el epicentro de Poder del Grupo G.Nosotros somos las tropas de choque, los urbanitas agrupados en cenobios de asfalto comiendo pizzas refrigeradas y cafeína en vena.Material fungible. Plumillas sin graduación. Si me porto bien y o interfiero en los cenáculos del  novus o. me darán un retiro gozoso y regaré petunias, si no…bueno, me veo  delante de un barril ardiendo asando una salchicha kosher y pelándome de frío en la puta calle.

Estamos en el piso dieciséis de un  edificio de acero y cemento. 

Perdidos en medio de la jungla de asfalto. Nuestra oficina tiene unas hermosas vistas al estuario del Hudson. Nuestro edificio tiene hilo musical con música de mariachis  mientras que desde el techo  zumban  los ventiladores que insuflan  aire enriquecido al 45 % en oxígeno. Unos gigantescos cartuchos que contienen aire embotellado en  Toluca ronronean  encima de nuestras cabezas y  ése aire enriquecido  en oxígeno  hace  que pensemos más y mejor.

Está prohibido fumar, por razones obvias. Hace 8 días, un becario, Mortadelo Ruiz,  se echó un pitillo en el baño. La deflagración voló sesenta metros cuadrados de oficina, mandando a Tegucigalpa al becario. Trozos de  cerebro impregnan  el parquet .Forenses sin fronteras rascan con una espátula los restos de glía y sesos impregnados en la costosa madera de boj.” Haz que parezca un accidente”, dijo el jefe. En el fondo  el becario era un masonazo .Que le den.

Hoy Brain storming. Jefe pide un artículo urgente. Prisas. Tensión. Careras. Bruxismo y gente que aprieta dientes y encoge el ano. La gente se anima con raíz de jalapa, escamonea y turbit. El soma  se sirve frío en cocteleras de plata mientras nos santiguamos delante de nuestro filantrópico benefactor. 

Somos los moderadores de opinión. Cronopios y famas que diligentemente tecleamos enfebrecidamente al dictado del Zampolit ( Comisario Político)  

Las ideas  fluyen y brotan.  Mañana,  más de sesenta  periódicos, gacetas, journals y canales de televisión que forman el Emporio Gobineau & K. lanzarán  al éter  el mismo mensaje. Todos los periódicos  del grupo tirarán el mismo titular.

“ Los muerciélagos colgaban del techo de la nave industrial».

Y el artículo de mañana, con el que  se desayunará medio mundo  empezará  deliberadamente con una frase con falta  tipográfica: “muerciélagos” por “murciélagos”.  El material se impregnará en el hemisferio cerebral  izquierdo de los lectores del grupo. Sólo unos pocos privilegiados que no tienen dominancia hemicerebral  (dos o tres genios y  el 58 % de las mujeres), que tienen más desarrollado el hemisferio cerebral derecho, pillarán el gazapo y  se darán cuenta del error tipográfico y del mensaje subliminal. En la Planta 22 tenemos a dos mutantes,  que tienen más desarrollado el  centro de la alexia y la agrafia,  y a las que  «muerciélagos » en vez de «murciélagos»  les parece el codón encriptado adecuado para el bucle desinformativo. La idea de los murciélagos ha surgido  espontánea después de golpear a un  becario  en nuestra reunión de trabajo. Han bastado  tres golpes  en las plantas de los pies. La falanga nunca falla.

Pues  ZAS ZAS , cambio de planes:Cae el titular y los murciélagos se desvanecen.Nuevo titular: El Mestizaje, como crisol de culturas. Toma higos, pepa. Desarrollaremos  el concepto de  , “sociedad multicultural”. Mañana hay reunión de tiralevitas y huelebraguetas .Me echan si no escribo algo decente.  Hoy salmón, mañana sardinas.  Necesito más azúcar, tengo que pensar. Me meto un un café legionario desinfectado con  metanol y lo agito con un palillo rumaki y me da el brío para seguir con mi soflama patriótica.

Delante de la pantalla del ordenador. Irrefrenables ganas de escribir. Ayda tecnológica  y leo en el tele prompter la consigna Virgiliana:

Ultima Cumaei venit i carminis aetas;magnus ab integro saeclorum nascitur ordo redit Virgo, redeunt Saturnia regna, nova progenies caelo demittitur alto. 

Suelto el aire ; sale de corrido  una hermosa diatriba contra los trabajos temporales .Exhalo un tufillo a demagogia barata y estoy encantado de haberme conocido. Mis neuronas  dopaminérgicas estallan de alegría. Ahora  sólo tengo que desarrollar el resto del relato. Son diez mil palabras. Me encomiendo a mi héroe Julio Cortázar .¡Ayúdame! Le encuentro mas  barbudo y ajado.Tiene menos pelo y no fuma.

Ha envejecido, como yo.

y empiezo a aporrear las teclas de mi portátil. Que el Señor nos pille confesados.No me sale nada. Estoy en blanco. Busco inspiración  leyendo a Paco Kafka. Lo intento todo por amor a la Literatura. Entro en trance, die Verwandlung, Son las consecuencias lógicas de chutarse al sifilítico ese de Franz K. 

 Deambulo como un sonámbulo .Meto en el mezclador las palabras clave:  demagogia, y al fin me sale un aceptable artículo para la Hoja Parroquial. No para mi  lobby . Me echan.

Terminará  con una frase lapidaria: «No me van a renovar el contrato».

1000 palabras. Estoy fuera.Y encima me he autocensurado. Doble sensación de derrota. 

Decido mandarlo todo al carajo y CON EL ÚNICO BANCO CON EL QUE TRATARE AHORA SERA CON EL BANCO DE ALIMENTOS.