"LA CALLE DE LOS GATOS"

Llegué de nuevo a vivir en Cali, después de 35 años, a la casa 57 de la ciudadela Comfandi, con mis tres gatos: Tatos, Pelusa y Nano.

En Floridablanca, desde donde regresé, quedó pendiente que apareciera la sublime Natacha, que se asustó y se les escondió a las chicas encargadas del trasteo.

La casa 57 justo está en frente de un parquecito, donde convergen todos los gatitos, [y también los perros] de cada una de las casas vecinas.

Los míos han empezado a disfrutarse toda “su amplísima libertad”, pues venían de vivir en un 5º piso donde no salían. El Nano es el que más se complace corriendo, persiguiendo a la Pelusa y jugando con Tito el gatito blanco de Daniela, que vive en su casa 72, con Ita, la gatita negra de la casa 71, y de ñapa, asechando a las tortolitas y palomas que bajan a comerse el arroz que les sirve Doña Amalia, la vecina de la casa 62.

El máximo espectáculo, [para juagarnos de la risa] nos lo brinda día por día, el Nano cuando corretea a Choco el perrito pinscher miniatura, que viene a buscarlo desde la casa 83, y a Zeus, el lobo siberiano, de Valentina, casa 79.

Tatos, por “marcar su territorio” ha peleado con Hitler, [nombre que le puse así por su bigote impresionantemente parecido al del líder Nazi] también con el Colimocho, con el Cabezón gris y con Óscar, el gatito colorado de la papelería de la avenida, que le ha puesto “su ojos enamorados” a la Pelusa, quien ya no quiere al Tatos.

Jack, es el gato persa del frente de mi casa, de la casa 76, que sale a pasear solo en las noches, asido de la cuerdita que les presté a María del Mar su dueña y a Vicky su mamá, porque antes no lo sacaban por temor a que se les escape.

Cuando Yajaira llegó finalmente con la rescatada Natacha, “la tiernísima Neguita”; mi felicidad fue incomparable. Por fin regresó “mi alma al cuerpo”.

Amar a mis 4 gatitos, es poder vivenciar a diario toda la perfección absoluta y maravillosa de la creación, y mi felicidad bebe su elixir todos los días, del agua de la vasija y de las hojas de las matas, de las cuáles se sacia a mañana y noche el impetuoso Tatos. FIN.

https://youtu.be/nfQ910GEU-o

CASA 57 DE LA CARRERA 85 38-07, CIUDADELA COMFANDI, CALI, VALLE DEL CAUCA, COLOMBIA.

Phanor Humberto Ramírez Peña