Cuenta atrás para el adiós al 9 (Tecnología y Ciencia)

El protocolo de eliminación gradual del número 9 inicia hoy su recta final, que culminará el 31 de diciembre de 2050, momento en el que el uso del número 9 quedará obsoleto y solamente permanecerá en los anales de la Historia como una anécdota más, desmontada por la comunidad científica. Una anécdota que, sin embargo, durante siglos ha influido decisivamente en toda clase de cálculos y a todos los niveles, ya que no solo hemos encontrado el demonizado número en la teoría matemática, sino que ha estado presente en la vida cotidiana de centenares de generaciones.

La cuenta atrás ya no será la misma, el producto de las multiplicaciones requerirá de otros medios de comprobación y, para aquellos que lo consideraban su número de la suerte ha supuesto un varapalo, pero el proceso, irreversible, se encuentra en fase avanzada en casi todos los países participantes en los diversos encuentros celebrados hasta lograr el I Acuerdo Nine Out, alcanzado en Ginebra en enero de este año, entre la Comisión Científica Internacional (ICC) y el CERN.

Lejos queda ya el recuerdo de los científicos atónitos a las primeras hipótesis formuladas desde el Departamento de Investigación de Números de la Universidad de Oxford, donde el matemático de origen español Alberto Colomo, discípulo aventajado del físico Stephen Hawking, publicó su revolucionaria tesis sobre los orígenes del número 9 y el colosal error histórico que suponía haberlo incluido en el sistema de numeración, así como las consecuencias que había conllevado tal circunstancia. 

El propio Hawking, escéptico en un primer momento, pero abierto siempre a planteamientos de todo tipo, terminó implicándose en los estudios de Colomo, al que acabó aplaudiendo su hallazgo tras comprobar que las hipótesis tenían razón de ser. De pronto, una propuesta calificada de hilarante y disparatada en todas las esferas de la sociedad, hizo tambalearse los cimientos de la teoría matemática desde sus orígenes hasta dinamitarla y es que, a la vista de los resultados, hasta el mismo Pitágoras se hubiera quitado el sombrero ante la aplastante evidencia de los enunciados de Colomo.