“Escasa floresta, raíces sedientas, todas gemelas. La diversidad era mentira, interrumpida la película, nuestra trama era nuestra trampa. Actores, público fuimos: palabras, balas, palabras; lluvia cruzada, breve escampada; caída el agua, condecorada la sed. Dialogábamos, peleábamos, amábamos: actuábamos; pero sobre todo nos aplaudíamos. Tanto estruendo, aun colando a Dios en el dividendo, fue criminal divisor. Los misiles siguen dentro, los satélites fuera, las redes enredadas. Los fogones de la ciencia no calcinaron ignorancia como estofaron soberbia. Todos conocimos la luz del mago de Zara, nadie la ceguera ensayada de Saramago. Blanda, caliente, sin moscas que la visiten, es herencia 2050. Idea, forma y esencia, todo está en uno, pero la razón nunca fue Dios. La última gran extinción, la menos sentida, cayó…, calló. La naturaleza, tan grande como obviada maestra, millones de ejemplos y cero palabras, piel que no supimos acariciar sino maltratar, no nos hará de plañidera sino de sudario. Útero de nuestras metáforas, conjunción de vientos, estremecimiento, tronada de Nuestra Patrona, tormenta que imita lenguas mientras nos vela: ¡a tomar por culo!… ¡bruumn!”
Emitida desde el Hexágono, templo de neuronas soldados y genes armados, base de lanzamiento de verdades nucleares, ningún oído puro la oyó, pero en el aire quedó la última emisión de Onda Melancolía. Aun pudo un tertuliano, el último despojo netamente humano, estrenando tino al tiempo que agonía, balbucear su último titular:
“Españoles…, la humanidad… ha muerto”.
…Un “muñeco emprendedor” saltó sobre el muerto, empuñó micro y continuó:
A rey muerto, rey puesto. Quien crea haber oído poesía poco sabe de neurociencia: “La Gran Estratega”; presa hoy de Generales Psicopáticos, no será liberadora luz sino oscuro Auschwitz de la soldadesca neurótica. Ya no nos acariciaremos pero, qué carajo, nos alearemos. Ha muerto la carne, ¡viva el metal! Sí, tengo corazón de titanio, intranet en el cerebro y lengua de oro pero cartera de piel, así que nuestros ancestros seguirán con nosotros. Se llevaron el asombro, nos dejan escombros; no importa, ese será el material de los nuevos arquitectos. ¡Hasta la próxima!, máquinas y mecanos, eviten cicuta, mal ejemplo de aquel cándido humano, liben publicidad.
OPINIONES Y COMENTARIOS
comments powered by Disqus