El hipo se resiste a la ciencia (Salud)

Cinco estudiantes de medicina con diferentes cuadros síntomatológicos fueron sometidos a pruebas con sensores creados para alojar y hacer transfusión de virus humanos. Cada voluntario ingresó al instituto con un padecimiento clínico. Sin embargo, uno de los padecimientos se propagó hasta alojarse en todos los voluntarios.

El proceso de transfusión de enfermedades circulará menos tiempo en los cuerpos involucrados. Un infectado de SIDA, otro estudiante con herpes, hepatitis, fiebre y un último caso de hipo crónico fueron los casos expuestos.

Se colocaron dos sensores a cada estudiante.

Cada voluntario interactuó  con una enfermedad distinta contagiada a través de los sensores por los otros integrantes. Aunque, al tercer ciclo se determinó que dos de los voluntarios habían alojado en su sistema la enfermedad de uno de los terceros más el hipo  y al terminar el quinto ciclo, todos los voluntarios se deshicieron de su virus natural, adquirieron uno nuevo y alojaron hipo crónico.

“Ha sido una jornada fructífera, casi todo puede ser intercambiable. Por el hipo no se preocupen, es solo una condición nerviosa; lo que nos lleva a pensar otra cosa, el sensor puede transmitir más que virus… Y recuerden el eslogan: Si todos somos capaces de padecer un día, nadie morirá por virus”, expresó el doctor Gurruchaga mientras se despojaba del traje de latex.

Por su parte, cuatro de los estudiantes salieron enfadados. Uno de ellos trababa sus palabras y fue asistido: “No…o…es justo…nos quedamos con lo irremediable», concluyó Guaicaipuro Lameda, quien sustituyó una fiebre común por herpes más hipo; bebió un vaso de agua y se fue seguido por sus compañeros.

Andres Urquiola, principal víctima del hipo, afirmó sentirse igual que antes aunque se contagió del resfriado, del que podrá deshacerse mañana mediante una transfusión a un amigo con alergia.

Los estudiantes que contagiaron la hepatitis y el SIDA  tienen la posibilidad de hacer el canje mañana por la mañana.

Los sensores podrán ser vendidos comercialmente a partir de la próxima semana y el Instituto Mundial de la Salud estudia la posibilidad de uso obligatorio. Cada sensor tiene un mes de durabilidad y puede intercambiar tres síntomas diarios