Ya en el año 2011 muchos residentes de distintos lugares del mundo fueron testigos del fenómeno conocido como “The Hum”. Ruidos metálicos espeluznantes alertaron a millones de ciudadanos que registraron durante todos estos años el misterioso fenómeno. Se escuchó que se trataba de una invasión extraterrestre, el apocalipsis bíblico o experimentos secretos del gobierno.
Los ruidos llegaron a perturbar el día a día de las personas provocando síntomas como dolores de cabeza, ardor en la piel, espasmos musculares, palpitaciones del corazón, angustia y desesperación.
Según los estudios de expertos científicos todo se debía a un proceso energético de gran envergadura. El aumento de la actividad solar generó ondas acústicas gravitacionales causa del incesante y cada vez más invasivo zumbido. Los insoportables ruidos del cielo fueron interpretados como una advertencia de fenómenos que ya estaban ocurriendo en el planeta tierra, como terremotos masivos, grandes erupciones volcánicas, cambios drásticos en el clima. Llegaron los eventos catastróficos que hicieron desembocar a la tierra en un lugar insostenible.
Han pasado 39 años desde que comenzó el caos. Solo hay un grupo de personas entre los humanos que permanecen inmunes ante los daños acontecidos por los desastres naturales y el castigador zumbido causante de millones de muertes a nivel mundial.
Estos humanos son los llamados niños de cristal. Desconocidos por muchos en épocas pasadas y que fueron agrupándose por un solo motivo, salvar a la humanidad en el planeta. Fueron protegidos por los niños índigos, considerados niños conflictivos, perseguidos hasta ahora por sus ataques al sistema y que han luchado con un solo propósito, abrir el camino a los pacificadores. Ahora son la única esperanza, los niños de cristal nacieron con dones filosóficos y espirituales, son seres especiales que no se adaptaron a la evolución continua de la especie humana.
Muchos años han transcurrido buscando el camino para el cambio, ellos escucharon a la madre naturaleza, conectaron con ella y la oyeron quejarse antes de manifestarse. Nunca entendieron la inhumanidad del hombre hacia el hombre.»TESTIMONIO DE ÚLTIMO NIÑO ÍNDIGO». TEXTO: IVANA D.R. 5 DE AGOSTO DE 2050. SECTOR 23. BÚNKER 86.
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