Rosy.

La pantalla del ordenador reverberaba en sus gruesos lentes. Encorvado frente al Apple las lágrimas de sorpresa e indignación le caían  lentas y dolorosas. Mazazo. Toda su formación científica hundida. 

Todo aleatorio:  usando una modificación de Linux   se había colado por la puerta de atrás en el  superordenador Clay , buceando en archivos silenciados, virtuales mohosos, archivos confidenciales, moho,troyanos de troyanos,  fotos supuestamente tomadas de forma espontánea, pero que  luego toda esa gigantesca mentira  convergía y se incarceraba en una gigantesca  estafa.

Miles de notas  color papel manila  de Sir Lawrence Bragg, Jefe del instituto Cavendish y gurú máximo de la Biología Inglesa, y  con sus dos pesos pesados, Max Peruzt Y Jonh Kendrew.

Su némesis: Linus Pauling,   del Caltech. El excéntrico  químico norteamericano que tomaba todos los dias  6 y 12 gramos de vitamina C alabando  sus propiedades antioxidantes  de alargamiento de la  vida  (Efectivamente,  93 años, y dos  Premios Nóbeles) .

Una apuesta.Entre jefazos .A ver quien mea mas lejos.

La pruebas, demoledoras. Inaceptable que fuese una mujer quien solucionase el problema mas grande de la biología. Miró incrédulo las fórmulas,  los negativos de los espectros  de difracción del compuesto. Modelos tridimensionales,  viejos documentos no escaneados, viejas fotos en sepia, informes no firmados, todo…indefectiblemente confirmaba la gran mentira.Las falsas pruebas, las excusas, los balbuceos de Wilkins sustrayendo originales a Rosy. Las chanzas machistas . Devastado  cuando vio los planos, las gráficas, los espectros de Rosalind Franklind cuidadosamente censurados, los tachones en  los memorandums. Las cartas negando la publicación y los fondos.

La estructura del DNA había sido tricatenaria desde el principio. Ni doble hélice ni narices. Tres cadenas, tres. Como las hijas de Elena. No hubo que silenciar a Rosy, un oportuno cáncer de ovarios se la llevó por delante. Pero se  ocultó  que ella era la única que acertó y su foto de la forma B del DNA impulsó decisivamente la investigación. El golpe d emagia que desatascó la  quimera. Tras confirmar que el DNA tambien existía en la forma B, fue la prueba definitiva para salvar las carreras  científicas de todos esos hombres.