¿Cómo estás Mario? Espero que sigas bien.
Si quieres continuar ahí, en ese país con esa maldita guerra, ¡hazlo!. Continúa jugándote la vida para salvar otras en tu ruinoso y mugriento hospital.
No volveré allí, no puedo soportar el sufrimiento de esos niños que juegan y mueren en las calles. Tienen infantiles ilusiones mientras sus madres derraman justificadas lágrimas por injustas codicias.
Todo esto no tiene fin, no veo el momento de tu regreso. ¡Cómo tú quieras! Sé que no puedo ir en contra de tu inamovible decisión. Lo tuve claro el día de mi regreso, cuando al subir al autobús pude ver sonreir, asomada a una de aquellas ventanas, a la pequeña que pocos días antes habías salvado la vida.
Espero verte pronto. Sí, lo espero.
Alberto.
Dr. Mario Pérez Guerra
Sveucilisna klinicka bolnica
Mostar. CROATIAN
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