Nací en el Placer al sur occidente de Colombia. En la época de la colonia Española su cabecera municipal era de chozas llamadas tambitos, llegaban viajeros a descansar iban por cordilleras y montañas, dando batallas como la cuchilla del Tambo. Existe un Obelisco de la lucha del 29 de junio de 1.819 por el ejército patriota comandado por Juan Manuel Medina, y el frente del ejercito granadino por el coronel Liborio Mejía, contra las fuerzas del general Sámano, llegadas de quito puestas en aquel sitio. Y en 1.914 Municipio del Tambo, mediante ordenanza número 45.
Ya el 18 de enero a las 12:15 del mediodía me recibió la partera de la familia, su nombre era Alegría una mujer diestra en estos menesteres, había nacido en sus manos una generación de niños. Las mujeres de la casa materna y los de la paterna como tradición utilizaban los servicios de las parteras, mi madre Lea no era la excepción, Ella en lo que toco a controles de su embarazo no puso un pie en hospitales como tampoco en clínicas, su vida giraba en torno a la medicina natural con yerbas y todo tipo de plantas medicinales. Mi padre Leo siendo papá por primera vez, emocionadísimo al verme llegar al mundo vio mi nacimiento, pensó que se trataba de un niño pero inmediatamente la partera Alegría le aclaro que se trataba de una niña. En los siguientes años llegaron mis hermanos, Leo Junior y Paul el chodonguito titulado por mí cuando nació, de niña estaba celosa porque quería ser la única, en este momento se han convertido en mis mejores amigos. Paúl tiene dos hermosas niñas somos felices con Ellas.
Años más tarde me conto mi madre Lea, que por esos mismo días en el país había ocurrido un hecho histórico, el 17 de enero de 1.974, y era que el M19 un grupo armado recién conformado en Colombia, había cometido un asalto robándose la espada del libertador Simón Bolívar, noticia que mi madre Lea escuchaba en la radio que tenía junto a su cama. En ese instante se informaba que dicho grupo revolucionario se había conformado para luchar en contra de injusticias sociales. Y en 1.990 este grupo se desmoviliza mediante un tratado de paz.
Ahora que soy adulta estoy muy contenta agradecida con Dios por las Historias que seguiré viviendo, contando y las percepciones espirituales que con mi familia experimentare muy seguramente sobre la belleza del amor de Dios, como por ejemplo esto que salió del corazón: De repente de la nada diste forma a un ramillete de trigo, lo pegaste al tronco de tu árbol preferido, como una cascada que cae de lo alto de la montaña, regaste con cristales de amor su corazón, para que diera fruto hacia el futuro, te manifestaste con ráfagas de vientos en los campos, llegando hacia las montañas nos moviste, y fue así como conquistaste Poderoso Gigante nuestros corazones vacíos, con tu dulce melodía de amor.
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