Huyendo del secuestro, recibí un disparo en la cabeza, confundiendo las intenciones de la libertad con las de la muerte… Si bien, el proyectil hizo una mágica carambola entre una roca y mi cabeza, retando a la «parca-destino»… De igual forma, logró condenarme a usar para siempre una gorra, boina o sombrero, en aras de camuflar una cicatriz y cubrir el recuerdo de un paso innecesario por el ejército y batallas contra una guerrilla, que un año antes del uniforme (de 17 años), respetaba por su presunta defensa a los intereses de un pueblo explotado. Debo aclarar que por haber sobrevivido este insuceso en 1.991, en ceremonia especial, cual si fuere un tonto héroe, aquel 19 de diciembre, la milicia me dio el regalo más extraño de cumpleaños. Recibí una medalla y un diploma con mi nombre: «Aquiles León». Ese día en la Quinta Brigada de Bucaramanga, asistió mi mamita Carmen Edilia y su esposo Carlos Mora, que también es reservista del mismo Batallón y posee su cicatriz en la pierna derecha, producto de la mala puntería de un guerrillero, quien seguramente era familiar antepasado del que me hizo el atentado… En fin, eso no es lo único que comparto con Mora. Él también fue huérfano a temprana edad. También tuvo un excelente padrastro.También tuvo dos adorables hermanos medios.También fue servidor público (como lo somos ambos). También gustaba del fútbol. También celebró bellos momentos familiares, con hermosas e inmortales fotos. Al respecto, mi único temor es cuando veo a Mora, a las 8:00 de la noche, todos los 31 de marzo, cada cumpleaños suyo (de todos), como un acto ritual con los ojos aguados, mirando con nostalgia el daguerrotipo familiar de su anterior familia, donde estaban todos felices y… Saberse cada año con más arrugas… Saberse como único sobreviviente de aquel congelado momento.
Ahora… Viviré en adelante con mi temor. Soy Aquiles León, un excelente padrastro que no puede huir del «destino-francotirador». Sólo anhelo que el disparo de este eterno caballero, no confunda las intenciones de la felicidad con las del gran silencio…Feliz cumpleaños Morita.
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