La parte de adentro de mi viaje

Recuerdo exactamente cuando fue solo una idea, colorida idea, explosiva idea… «debo irme» pensé aquella mañana, y la verdad no me importaba a donde, en ese momento solo imaginaba catedrales gigantes y calle limpias en las cuales podría caminar con mi mirada tranquila y serena, imaginaba tener oportunidad de sentir cosas mientras camino mas allá del miedo a un asalto cotidiano sobre el asfalto que tanto amo, esa noche no pude dormir, calculando distancias, costos y tiempo de partida, pero también calcule cuanto tomaría regresar, pues, una cosa es ir, otra venir y otra volver… y desde ya quería volver, y es que una parte de mi ya había volado lejos e intentaba llevar mi cuerpo con ella o hacerla volver, pero ya no se podía, aquella idea no lo permitiría nunca mas.

No recuerdo mucho de mis sentimientos en esos días, me ocupe en hacer mas fuertes mis memorias, detallé el cielo hasta que me dolieron los ojos, abrace a mi perra hasta despertar horas después, respire profundamente a mi madre, a mi padre y a mi hermana, y su jardín oohh sus olores y colores, fue poco el tiempo, no hubo tiempo en todo el tiempo para valorar aquella grandeza que dejaría lejos (sí, se que se ha dicho mucho esto, pero hasta no vivirlo no entenderlo y es mi momento de vivirlo), a estas alturas mi idea era beige y húmeda y mi mirada curiosa por ratos, asi descubri como sonreir con los ojos tristes… quien sea capaz de hacerlo habrá descubierto una extensión de su alma que no conocía, es como si un trapecista descubriera que puede perder equilibrio sin fallar, es dejar que alguien vea tu boca y ocultar tus ojos de los suyos, así todo es mas fácil, sin herir amores

Un dia, llego el dia… y en mi propia contra pero a mi favor PARTÍ!!

Y viajé y lloré… pero viajé, hasta estacionar en un lugar llamado Perú, creí haber llegado a un lugar, pero fue aquí en donde comenzó realmente el viaje, ahora la idea colorida es la del retorno, y ahora esa idea tiene 3 colores nítidos y fijos y son amarillo, azul y rojo… tienen textura de arepa y olor de familia…

Mi viaje ahora es día a día, reconociéndome en un nuevo ser que rescata pedazos de su esencia, juntando lágrimas para hacer imagenes, acostumbrando a mi corazón a que todo aca es prestado y deberá permanecer así, hasta que naturalmente se transforme en mio, sin forzar, sin apurar… hasta ver si algun dia, algo diferente al insomnio se hace mio.

De esta historia debo los paisajes, las anécdotas, y la verdad no tengo palabras para eso en estos tiempos, estoy ocupada coloreando esperanzas…

Conocer una nueva cultura, nuevas personas y costumbres, nuevos olores y sabores, es mi viaje de cada dia, y en mi cabeza loca se comparan, sin competir, mis recuerdos y emociones.

Así va mi viaje…

Ana Beatriz Guillent