LA FIRMA

Salí de la habitación y empecé a caminar dirección a ninguna parte.

Los pasillos estaban llenos de  uniformes azules. Como  porciones de cielo en un purgatorio.

   Giro a la derecha.

Es increíble la cantidad de cosas que pueden fallar en nuestro cuerpo.

Sala de anatomía patológica, sala de  cirugía torácica,  inmunológica, neumología, cirugía vascular, hematología….así hasta donde alcanza  la vista.

Me doy cuenta de que soy una maquinaria perfecta, un diseño infinito , y que el más sencillo de mis actos, como respirar, es simple y llanamente  un milagro.

Giro a la izquierda.

Que diferentes son las personas en vida, y que parecidas  cuando van a morir.

A lo largo de una vida un corazón late tres mil millones de veces.

Si contamos los latidos que se salta , y el desgaste al que le sometemos con cosas que no tenían tanta importancia, es normal que se termine cansando.

 Recuerdo a mi madre  recogiendo moras para hacer tartas y licor , rebañando conmigo la bechamel del cazo, y decorando la escayola de mi pierna rota.

Una mochila llena de recuerdos que siempre he llevado a cuestas.

Y el mas pesado de todos; cuando un día de otoño, entre otros días iguales, mi madre me miro a los ojos y no me reconoció.

En un cerebro humano hay mas conexiones nerviosas que estrellas en todo el universo, pero en algún momento, el cielo de mi madre se había apagado.

   Todo recto , sigo andando

Hasta donde somos capaces de estirar la vida?

Hace tan solo cien años  una persona no esperaba vivir mas allá de los 50. Ahora me parece injusto que alguien se vaya a los 80.

Nos aferramos a la vida,  a las cosas, a los recuerdos. Sentimos la necesidad de retener a a las personas que amamos, sin pensar mas allá.

Una mosca vive 6 días, algunos insectos tan solo unas horas, y la vida de algunas bacterias se desarrolla tan solo en unos segundos.

Cuantos años me parecerían suficientes?

   Bajo por las escaleras .

 A través de un cristal enorme se pueden ver un montón de niños en pequeñas cunas.

 Nada mas nacer somos tan indefensos como a punto de morir, y estamos igual de solos.

Desde que naces,  la vida te va dando cosas , y a partir de un determinado momento, te las va quitando.

Volví recorriendo los pasillos, mirando las habitaciones con las puertas abiertas .Cada habitación era una historia hecha de dolores, esperanzas, lucha, soledad, y complicidades que van mucho mas allá del amor.

Giro a la derecha y sigo recto  casi hasta el final.

  De vuelta  en la habitación ,vuelvo a mirarla.

Imposible sacar nada de mi mochila que se parezca a ella. Todo lo que me quedan son  recuerdos que aprieto como si agarrara  una rama, colgado de un precipicio.

Miro la hoja de papel y le digo al doctor;

  -No llevo bolígrafo encima. Me puede dejar el suyo?