Tu amargura es mi dulzor

Tu amargura es mi dulzor

Isa Ulla

01/06/2017

Inhaló el aroma impregnado en su cabello y su piel. Olía a risas, a día soleado, a cielo azul. Olía a la sal del mar impregnada en los finos cabellos de su enmarañado y ondulado pelo castaño. Olía a un perfecto día de playa.

Se incorporó en la cama, y tras un instante de contemplación se acercó a la cocina. No había nada mejor en el mundo que tomar una taza de café en la terraza, deleitándose con el sonido de las olas rompiendo contra las rocas.

Permaneció allí de pie, apoyado en la barandilla, sumergiendo su mirada en las aguas azules, y dejando que su mente divagara libremente. Sentía calma. Entre sus manos sujetaba una taza de café recién hecha, en la taza que ella le había regalado por su cumpleaños. I am so sweet: decía. <i am="" so="" sweetDulce. Cruel ironía. Aquel recipiente estaba condenado a convivir con la presencia de aquella amarga sustancia que él tanto anhelaba degustar. Una metáfora de su vida romántica con un pequeño matiz. Ella era su luz cuando él era oscuridad. La contraposición perfecta que mantiene el equilibrio y la sintonía. La antítesis de su vida. Sin embargo, aquel recipiente tendría que convivir con un sucedáneo de lo que pudo ser y no fue.

Sorbió el café como quien ejecuta todo un ritual. El sonido de ese primer acto ponía en guardia al resto de sentidos. Las sensaciones se mostraban una a una, cuidadosamente, como una danza en el paladar. Era fuerte, y al mismo tiempo acariciaba la lengua con un deje sutil que permanecía horas latente en su interior.

Amarga melodía que endulza los sentimientos más oscuros.

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