«BIP…BIP…BIP…BIP»
—¿Y tú?— Preguntó el Abuelo a su nieto con cara cómica para luego seguir en tono serio.—¿Qué quieres ser de grande?.
—Mmmm… ¡Mago! Quiero ser mago.— Contestó el nieto Peter entusiasmado.— ¿Puedo ser mago abuelo?
—¡Claro! ¡Cualquiera puede ser mago!— Afirmó riéndose.
—¿En serio? ¿Todos?— Pregunto con ese inocente tono de tristeza característico de los niños de su edad.
—Así es, y tú serás uno excelente.
—¿Tú lo crees abuelo Peter?- Los ojos del niño se abrieron todo lo que podían.
—Mmmm supongo yo… Tu madre hace magia excelente, es la mejor que conozco.
—¡Mamá no es maga abuelo!
—Claro que sí, ¿Dónde está mamá?
—Trabajando abuelo ya sabías q…—Lo interrumpió su abuelito.
—¿Tu hermanito?
—En la guardería.— Respondió con tono de intriga, como queriendo saber que era lo que quería explicar su abuelo.
—Y usted señorito… ¿Sabe quien paga este hospital de cuidados paliativos?.
—¿Mamá?— Él sabía que era mamá, pero no quería sonar como un sabelotodo, lo sabía porque abuelo ya no tenía a nadie, o eso escucho decir a su mamá llorando cuando hablaba por teléfono.
—Así es. Oye ¿Y por qué tu hermanito está en una guardería?
—Porque mamá trabaja ¡Daaa!
—¿Y quien podría cuidarlo?
—Un papá, pero no tenemos… Mis amigos de la escuela dicen que todos nacen con un papá pero les digo que yo soy diferente.
—Exacto amigo, podrás pensar lo contrario pero la magia no es un show solamente— Dijo el abuelo con un tono de voz más bajo. —Espero algún día lo comprendas, pero la magia está en todos lados; en tu madre, en aquél anciano que empaca en el mercado, en la vecina que es bailarina nudista para mantener a sus hijos, en aquél vagabundo que pide limosnas afuera en parques ya que ha perdido todo… En la última reflexión de un anciano para su nieto.
«BIP… BIP… BIP…BIP» hacía la máquina conectada al abuelo.
El viejecillo miró a su nieto que lo observaba profundamente tratando de entender lo que aquél había dicho. Éste continuó —Te amo hijo, eres magia. Ahora recuerdo una frase que dijo un cantante urbano «Presta atención hay magia oculta en todas partes, mirar es un reflejo, aprender a ver es arte»…
La máquina conectada empezó a hacer «BIP BIP» con más velocidad, el abuelo apretó suavemente la palma de su nieto… Cerró lentamente los ojos, esa era su despedida.
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