Me gusta pensar en cuando no fuimos a la luna. Después de haber vivido tantas emociones contigo, decidimos darnos una oportunidad nueva cada verano. Me hiciste sentir especial algunas veces, pero nunca como la única, nunca quise volar a la luna, o tal vez si quise pero no contigo. Cuando al fin decidiste estar sólo conmigo ya era tarde, mi amor por ti había aterrizado y yo despegué. Despegué sin ti y fue ahí cuando me percaté que a pesar de haberte amado tanto, mi viaje a la Luna no era contigo.
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