El breve espacio en que no estás

El breve espacio en que no estás

Maga López

24/04/2020

Invierno, 1939



20 de enero.

¡Compañera!

Atrás quedo Guadalajara. La victoria. El ineludible encuentro de miradas.
La lucha impetuosa de nuestros cuerpos.
Tu voz María, tu risa, tu coraje. Ahora tan lejos.
Ha pasado más de un año desde el último encuentro.
No sé si volveremos a vernos.

La espera es larga.
¡Te echo tanto de menos!




25 de enero.

Hoy te escribo abatido ante la realidad. Estamos mal.
Perdimos la guerra. Lo perdimos todo. Comenzaremos la retirada.
Recibimos órdenes de cruzar por La Vajol.
Sé que tu grupo lo han situado en la línea del río Fluviá.
Cruzaremos los Pirineos en pequeños grupos rumbo a Francia.

¡Compañera! Sé que no eres mía. Sé que te debes a la lucha como me confesaste aquel día.
Que no te perteneces ni siquiera a ti misma. Que te debes al pueblo y por eso luchas.

Pero, en esta hora oscura quiero confesarte,
que te quiero mía.



  • Emilio: 41º06’34.8″N 0º25’09.0″E – 41.109664, 0.419179
  • María: 42º10’44.0″N 2º48’26.5″E – 42.178897, 2.807349



3 de febrero.

Te escribo para no morir de dolor. Para mantener vivo el recuerdo.
Para creer que todavía te gozo, que allí donde estés,
estarás pensándome como te pienso.

El tiempo es despiadado amada mía, no hay vuelta atrás. Todo lo hemos perdido.
La verdadera muerte sucede, cuándo lo que ha hecho ser lo que eres, ha desaparecido.
Ahora solo me queda sacar fuerzas de donde no tengo para guiar a estos chicos
que no saben de matar pero si de sanar. El invierno se está haciendo duro,
caminamos a través del monte, el hielo y la nieve.
Esto está plagado de nacionales. Apuntan a cualquier cosa que se mueva.

Y dentro del horror que es todo esto,
sueño con verte de nuevo.




 5 de febrero.

Julio está enfermo. Tiene neumonía. Está muy mal. No sé
qué será de él. Nos ha retrasado.¿Te acuerdas aquella noche
en el bar de Doña Inés? Siempre cuenta la misma historia,
una y otra vez.Y nos reímos. Es un cansino.
¡Pobre, se acuerda de ti con tanto cariño!
El frío es cruel, la muerte igual.

Hoy he escrito torpemente un poema.
Ya sabes que solo soy un insaciable lector. Espero te guste.

Lo he titulado: “La retirada”.

La sierra blanca,
inexorable, pétrea, fría.

El viento
zumba, hiere, pena.

Escarcha en el pecho,
hielo, hambre, muerte.

Combatientes en el monte,
muerte, muerte, muerte.

El destino es una bestia.




 

6 de febrero.

La noche ha sido larga. Hoy se nos ha ido Julio.
¡Mi querido Julio! Me pidió algún poema de su tierra.
Le he recitado “Campos de Soria” de Machado.
Así se nos ha ido.

“Es la tierra de Soria árida y fría.
Por las colinas y las sierras calvas,
verdes pradillos, cerros cenicientos,
la primavera pasa
dejando entre las hierbas olorosas
sus diminutas margaritas blancas”

Ahora todo está en calma.




8 de febrero.

Fuimos de los últimos en cruzar. El frío era inclemente.
El viento zumbando en los oídos como una fiera hambrienta.
La sierra blanca, helada, impasible. Paso a paso, lentamente,
atravesamos los Pirineos. No utilizamos los caminos. Íbamos por el monte.
El terreno está tomado por los nacionales. Sabes que no tengo la misma suerte que tú,
de vivir la lucha con heroísmo. Solo soy un médico.
Nos escondíamos, disparábamos al aire esperando la respuesta de los fusiles.
Descubríamos la localización y desviábamos la marcha.
Innumerables veces salvamos la vida.

No tengo ansias de gloria.
Soy un cobarde.




9 de febrero.

Todavía falta ver que será de nosotros. Esto es un desastre.
Civiles y militares caminando penosamente, arrastrando el alma.
Hombres, mujeres, ancianos y niños con la mirada quebrada.
Despojos de lo que alguna vez fuimos.

Una sombra de mí habita este lugar.





 10 de febrero.

Estoy buscándote María. Nadie te ha visto. Tengo miedo de la verdad.
Nadie puede decirme que fue de ti, del grupo con el que venías.
Sé que los bombardearon de camino a Portbou.
No he podido cumplir lo que pautamos para encontrarnos.
A los soldados nos han metido en la playa. Sí, en la playa. Sin agua potable,
rodeados de una alambrada. Frío y hambre. Nos enterramos en la arena para protegernos.
Heridas y muerte. La muerte, sí, esa que zumba en los oídos como el viento infernal de los Pirineos.
Después de todo lo vivido, no sé si saldremos de esta.
Aquí estoy con los chicos, organizándolo todo. Improvisamos una enfermería.
Somos varios sanitarios.

La muerte no deja tregua.





 11 de febrero.

Hoy he sabido de ti. Me han dicho que estás al sur del campo.
Con las mujeres y los niños. Que estás bien.
Sé que lo estarás, eres más fuerte que yo.
No he tenido descanso. Como ya sabes, me cuesta dejar a alguien atrás.
Hoy las fuerzas me han fallado, he dudado de todo.
Sé que si me escucharas te ofenderías y me reñirías.
Pero he visto pasar frente a mí la agonía y la muerte.
Hambre y desdicha. Renuncia.
Cuando te das cuenta de lo importante que es vivir.
Sí, el hecho de vivir. Todo lo demás, carece de sentido.

¡Compañera! Por primera vez desde que empezó todo,
he visto la capitulación en los ojos la gente.
Hoy estoy cansado. Me conformo con saber que estás viva.
Que estás bien –eso me han dicho-.

La vida es generosa.
A pesar de todo.

  • Emilio: 42º33’42.4″N 3 º02’48.9″E – 42.561769, 3.046908
    María: 42º33’37.9″N 3 º02’49.8″E – 42.560526, 3.047159


12 de febrero.

¡Compañera!

Hoy volveremos a vernos.






El destino es una bestia


Emilio López Gómez. Capitán Médico. XIII Cuerpo del Ejército del Este. 27• División, “La Bruja”. Vilalva dels Arcs – La Vajol – Campo de Argelès Sur Mer.


María Hernández Diez. Miliciana Asturiana. Ejército del Ebro. Río Fluviá – Portbou – Campo de Argelès Sur Mer.

 

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