Caminaba de la mano de mi padre, eran las diez de la mañana, decidimos ir a comprar, la noche anterior una noticia muy difícil cayo en nuestra mesa, como un balde de agua fría, un contagio, en la familia, un miembro cercano, ahora deseabamos tener más contacto pero al igual que todos, ignorantes del cambio en nuestra vida, inconscientes de como las cosas se tornarían, lo dejábamos para después, ¿Conocernos? después, ¿hablar? después, ya saben, cuando tengamos más tiempo, cuando estemos libres, Y ¿Vivir? después, cuando todo este hecho, cuando los planes y metas estén cumplidas.
La vida se tornaba tan diferente en esta mañana cuando ni siquiera autos había disponibles, las cosas cambian, si antes no quería por ejemplo manejar mi auto, solo debía estirar la mano para poder llegar a mi destino, hoy todo era distinto, no había autos, y los pocos que salían no querían exponerse, decidimos entonces caminar. Uno no quiere salir, existe el miedo, pero el hambre no espera, mucho menos para quien lamentablemente ha enfermado y ya no tiene oportunidad de salir.
Me encontraba parada en medio de uno de los paisajes más hermosos, observándolo detenidamente, con tranquilidad, pero sin poder disfrutarlo, me sentía terrible, mi garganta estaba tan seca, habíamos caminado ya media mañana y el camino seguía tan largo para nuestra llegada, en ese momento podría dar todo lo que tenía por un poco de agua.
Lo que fuera por unas simples gotas, y un lugar para descansar sin temor, sin sentir el pánico en el resto de personas, que decidían cambiar de lugar, alejarse lo más posible.
Y es que, lo peor de esta situación no era el virus, eran las personas, el miedo, la distancia ese sentimiento de poder ver a un familiar después de tanto tiempo sin poder abrazarlo, sin poder tocarlo, ver como sus ojos se llenaban de lágrimas y su voz comenzaba a quebrarse mientras sigues parado, muy lejano, muy distante, en ese segundo con el cuerpo sumamente cansado, los ojos llorosos y un nudo en la garganta, solo podía pedir un deseo… que se termine todo esto.
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