La inocencia, aquello que asociamos con la infancia, con la bondad, con lo mas puro del ser humano antes de que desaparezca por los errores, por las malas experiencias o por el contacto con muchas personas con todo tipo de vivencias o simplemente por observar y darse cuenta de lo que es la crueldad y la ley del mas fuerte. La crueldad, esa palabra que utilizamos para definir todo lo malo que hemos creado los seres humanos siendo conscientes y que hacemos por decisión propia y gusto. Y la ley del fuerte donde solo el que pisotea a otro, donde solo el que mejora sobrevive y alcanza el éxito, el éxito que buscamos por nuestra inconformidad.
Hay muchísimas persona en el mundo, todas únicas, todas diferentes, todas con derechos que deberían respetarse y todas con deberes. La necesidad de vivir en sociedad creando culturas. Las cuales nos quitan la esencia, nos controla, nos manipula e inconscientemente nos quita incluso nuestros derechos humanos. La cual solo por diferenciarse de otras culturas crea normas, leyes, hábitos, estándares y mil cosas mas que realmente lo que hacen es oprimirnos y controlarnos. Y luego vienen problemas como el etnocentrismo generados por la cultura. Donde todo lo diferente, todo lo que no encaje es despreciado por muchos y aceptado por pocos. Donde desarrollamos prejuicios que asocian palabras con apariencias y estos nos ciegan tanto que olvidamos observar los actos. Y según la apariencia de una persona la juzgamos, según su apariencia o sus actos superficiales creemos que la conocemos y sea todo lo contrario a la idea que habíamos echo sobre esa persona. Pero como refleja Platón en su mito a no ser que salgamos de la caverna de mentiras empujados por curiosidad y soportemos el sufrimiento que genera la realidad lo suficiente como para acostumbrarnos a este y no volver a la caverna antes de ver las cosas con claridad, no podremos ver a la verdadera persona. Y todas estas mentiras creadas por la sociedad donde solo se encaja si cumples una serie de requisitos y normas. Y las cumplimos por el miedo a estar desamparados, a no encajar, a estar solos… ¿Y como no sentir miedo del rechazo si hemos nacido todos en sociedad y no conocemos otra cosa y esos sacrificios nos acaban pareciendo normales e insignificantes?. Claramente no todas las personas son malas, no todas son manipuladas, pero si la gran mayoría desgraciadamente y es que…ningún ser humano es perfecto y jamás lo sera porque la perfección absoluta no existe, la perfección es totalmente subjetiva y la absoluta perfección es inalcanzable. Y una sociedad compuesta por personas y una cultura creada por personas tampoco será perfecta. Los humanos somos una composición de errores y virtudes y sin esos errores no serían perceptibles las virtudes, sin errores no existirían virtudes, pues estas serian catalogadas de normales.
Dedicamos gran parte de nuestras vidas a intentar encajar, a intentar ser seres perfectos. Lo perfecto parece ser o entendemos que es aquello que la gran mayoría de las personas y la sociedad quiere que seamos. Aquello con lo que nos bombardean en los medios de comunicación y sobre todo en la publicidad. Vivimos en un mundo capitalista donde el sistema económico principal es el capitalismo y las empresas nos atacan por medio de la publicidad para vendernos sus productos. Los estándares de belleza cambian según la época histórica. No necesitamos crear estándares de belleza, son inútiles y solo sirven para controlarnos. El concepto de belleza no puede ser universal, cada persona es única y al igual que no hay dos personas iguales no pueden haber conceptos o ideas iguales. El concepto de belleza debería ser el de cada uno para cada uno. Si las personas se aceptaran tal y como son, tendrían mas tiempo, energía y confianza para luchar por las causas importantes, para defender sus derechos humanos…
Hoy en día gracias a la globalización hemos adquirido hábitos, ideologías y costumbres de muchos países. Entre estas ideologías la de la inocencia. Para que alguien se tome por inocente y sincero debe de aparentar ser una persona correcta y una persona que nos recuerde a la infancia. Creo que solo los niños y las niñas pequeñas son inocentes, porque en ellos no habita la crueldad a no ser que la aprendan directa o indirectamente. Pero los niños y las niñas no se cuestionan lo que les pueda hacer la sociedad y actúan libremente. Pero por culpa de los prejuicios creados por la sociedad y quizás la necesidad de buscar la inocencia en los que no están en la infancia debido al anhelo de esta en nuestras vidas. Pues todo aquello que nos recuerda a un niño o una niña pequeña lo catalogamos de inocente, esto solo por lo superficial ignorando lo interno. Y acabamos manipulados por lo que creemos bueno e inocente. Y al igual que el mito de la caverna de Platón muchos intentamos destruir a quienes nos intentan sacar de la mentira, pues no querenos sufrir para ver lo real y destrozar esa invención que creamos en algún momento. Me parece triste como hemos ido hacia atrás a niveles personales y pasar de la época de los griego donde la tolerancia estaba en cada rincón aunque no la igualdad y muchas personas luchaban por recibir educación para no caer en la ignorancia y la manipulación y hoy en día despreciamos la educación los que la tenemos y buscamos ser manipulados con tal de encajar a todo coste, hemos vendido gran parte de nuestra integridad moral debido a la presión.
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