Abecedario para mi peor profesor.

Soy maestro de primaria. Por vocación y por diversas circunstancias personales. Pero sobre todo, porque nunca me gustaba cómo nos enseñaban en la escuela, qué nos inculcaban, y quiénes se encargaban de inyectarnos contenidos inútiles en nuestras pequeñas cabezas.

Entre ese profesorado advenedizo e imantado a los malditos libros de texto, destacaba un inoperante filólogo con adicción a la memorística y al cachete preventivo. Leen ustedes bien. Dije preventivo, es decir, te avisaba con la mano antes que con palabras. Para que me entiendan, Skinner, el de verdad, era un gatito persa a su lado.

Así es que, en este «confitamiento», porque mi cerebro se confita mientras evita el coronavirus, encontré un tesoro en forma de deberes de lengua de aquel perro de presa que enmarcó su título en el recibidor de su casa para recordárselo a las escasas visitas que disfrutaba por año trabajado. En este ejercicio nos invitaba cortesmente, primero con su zurda y después con la tiza, a elaborar una frase con cada letra del abecedario. Leen ustedes bien, dije «del» y no «de». Por lo que, sin más dilación, aquí expondré la tarea más absurda que hice en mi vida. Eso sí, gracias a una pandemia, me ha «desconfitado» el lunes.

A él, como podrán imaginarse, le subió la tensión mientras corregía en su casa lo que yo consideraba una obra de arte. A su vez, también admito, le provocó sudores fríos hasta que se destensó con mis orejas al encontrarnos de nuevo.

Sigo pensando que merecía un diez. Lo dicho. Ahí va.

A: preposición. Nunca deja solas a las palabras. La más valiente de «abecedario».

B: no se debe usar si la palabra en cuestión lleva V. Un ejemplo, «vejatorio».

E: mi favorita en este lugar tan odioso. «Escaparse», lleva dos.

C: de «cachete» o «colleja». Entre otras muchas, claro.

E: insisto, mi favorita. En «educar», palabra maltratada, es la primera.

D: parece una sonrisa como las que renacen en mí cada fin de semana.

A: ¿ve? Siempre aparece. Muy solidaria, nunca falla.

R: que erre, usted.

I: une. Coopera.

O: siempre ofrece otra opción.