Canta, ríe, escribe, planta algo, ponte en contacto con la tierra.

Cuando puedas cantar, canta.

Si puedes descansa. El sueño es reparador, alivia el dolor del cuerpo , pero sobre todo descansa la mente.

Cuando toque el dolor, aunque sufras, sabe que ello también forma parte de la vida, y todos pasamos y pasaremos por esa etapa, pero sabe que siempre, sólo dura un tiempo y pasa.

Si puedes acompañar y hacer feliz a un anciano o a un niño hazlo, no pidas nada a cambio, ello te hará más feliz a ti que a ellos.

Cuando tengas que derramar una lágrima, permitelo, sobre todo los hombres que nos criamos con el saber de que los hombres no lloran.

No tengas vergüenza de sentirte mal, débil,

desganado, eso no muestra debilidad, muestra que eres humano y te permitirá salir airoso de la situación que fuera.

No temas a los cambios, ellos son parte continuo de la vida, aunque no nos demos cuenta muchas veces.

Mira a tus hijos Si los tienes, verás que en ellos tienes todo. Y si estás sólo porque fueron tus cartas en la vida, pegate al otro, busca, hay tanta gente sola en este mundo esperando sólo un abrazo, un mate o un oído, tanto o más que tú.

Sobre todas las cosas disfruta del tiempo. Es el valor que no tiene devolución, mío vuelto, sólo pasa y queda detrás.

No dudes en amar, a pesar del otro, esto debe ser un gesto no condicionante a los demás que te hará feliz a Ti, porque poder amar es un privilegio.

Vive, siempre, respira hondo y siente como se ensancha el pecho. Si puedes escribir hazlo. Planta algo, toca con tus manos la tierra sentirás su energía y de donde venimos y donde terminamos..

Vive; repera a los demás y dejalos vivir, sin juzgarlos, ellos llevan también sus historias.

No olvides perdonar, perdonando te liberadas más tú que la otra persona.

Siempre que puedas sonríe, ríete de ti mismo y de tus errores.

Dr Hugo Rizzo

Médico de Familia y Pediatra

Escritor..

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Autor de Caminando La Vida. Facebook

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