Volare ¡al fin! a Argentina. Busco mi sangre y deseo quitarme el sabor amargo de la ausencia de mi padre.

Se marcho un día y nos dejo esperando un regreso que nunca ocurrió.

Siempre sufrimos su ausencia, en silencio. Mi madre callo su nombre y se sumió en la tristeza.

Nos faltaron los abrazos de ambos.

Hoy que falta también ella, yo me lanzo a la aventura. En la mochila poca ropa, muchos papeles y la intención de un rescate del olvido.

Y pienso en mi soledad, si lo busco a él o a mí.

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