Querida yo del pasado:
Me gustó acompañarte en tu viaje, aunque las cosas no fueron como parecía que serían… en realidad fuiste tú la que cambiaste, porque yo soy la misma…
Quisiera volver a estar contigo.
Era bonito no saber a dónde llegaríamos, ni cómo, ni cuándo, pero tener esa certeza del presente absoluto.
Es curioso…aquel tiempo me parece más real que éste, ahora.
Quiero volver allí, cuanto antes…
Un abrazo infinito
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