Aquí voy de nuevo… en borrador y en miedo

Espero que te llegue esta postal hasta tu destino, mente y corazón.

Querida, desde el olvido te hago llegar estas palabras: Te volviste fría y apática, parece que nada te mueve ni te llena. Yo sentía como te alejabas poco a poco. Mi corazón me gritó que me cuidara, mi razón se perdió sin decir nada. Quisiera tener el valor de borrarte de mi vida, Pero no puedo hacerlo querida, en realidad… no sé si quiero.

Mi inseguridad me tiene mal acostumbrado a querer, amar y sonreír como niño atontado, es una pena que te hayas ido. Y yo con mi mala costumbre; borro y escribo, borro y escribo, pero sin decidirme a enviarte esto.

Quizá era miedo, ¡si era eso! tenía miedo de tu respuesta. siempre fue mi mejor maldito pretexto. Ahora las cosas han cambiado por aquí y, sin más merodeo, sé que no es nuestro tiempo, tampoco sé si estuvimos o estaremos tiempo después. Darlo por hecho esa fue mi mayor estupidez.

Adiós, querida.