Hace tiempo que quería mandarte esta postal, pero al ponerme a escribir no encontraba las palabras adecuadas. Sé que no me vas a creer, sé que es esa actitud pasiva que siempre tuve la que te hace dudar. Pero ahora, ahora que empiezo a ver el abismo más cerca que nunca, tengo la necesidad de decírtelo: lo siento.
Siento mucho lo que te hemos hecho. Siento que estés pagando por nuestro egoísmo y nuestra excesiva ambición; no sé porque las personas somos así y siempre queremos más, en vez de apreciar lo que ya tenemos. Siento que tengas que lidiar con la violencia y crueldad, esa que tanto caracteriza al ser humano.
Nunca pensé que derretir tu hielo podría traerme tantas desgracias, mucho menos tener que verte sufrir en un océano de lágrimas, que inunda tu interior, que lo va absorbiendo todo. Yo sé que toda tú estás ardiendo por dentro, porque por fuera no puedes parar de llorar. Siento todo el daño que te hemos causado. A pesar de tu lenta y dolorosa extinción, aunque sea demasiado tarde, haré todo lo posible por recuperarte.
De todo corazón,
Perdónanos,
Para Tierra
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