Guatemala, 21-12-19


Para ti, mi pequeña ala.

Toda la vida he escuchado a las personas decir que el amor es ciego, y por mucho tiempo eso me pareció solo una falacia, pero es verdad que, desde que te vi, aún siendo lo que ahora no somos, no he podido mirar a alguien con los mismos ojos. Tienes ese encanto, no sé, esa chispa que prende, toda una dama deslumbrante, cualquiera con la suerte de conocerte tendrá la intención de quererte.

¿Por amor nadie se muere? Sech está tan equivocada. [Por favor, alguien que me enseñe a quien amar] «Somebody to love».

Cuando veo tus fotos, solo pienso en que sigues tan hermosa como la vez que te fuiste. Tu sonrisa expresiva, tengo la certeza de que sigues siendo tú, como fuerte guerrera. Tenerte a ti era como tener a todas las estrellas del universo grabadas en el interior de una delicada rosa. No necesitas muchas relaciones amorosas, necesitas amor por sobre todas las cosas.

¿Qué pasará por tu mente, pequeña ala? ¿Hay algo más que mariposas y cebras, destellos de luna y cuentos de hadas? Mira que lo que estás leyendo no es más que la muestra depresiva de un perseguidor de la belleza.

¿Sabes, mi flor maravillosa? No sé si lo notaste alguna vez, pero siempre miraba tu cuerpo, y aunque sé que desgraciadamente tú no estás del todo conforme con él, a mi parecer es la mejor obra de arte pintada por mi artista favorito. Todas las líneas, los dibujos que llevas contigo, esas pinceladas de ternura grabadas en tu tez, son cosas pequeñas que sé que, si en otra vida me hubiese quedado contigo, no habría existido otro hombre más feliz que este pequeño pensador. Aún recuerdo lo hermosos que son tus ojos, grandes y redondos, y el rojo que se pintaba entre tus mejillas cuando te ponías nerviosa, me dabas un sentimiento de empatía. Pequeña ala, siempre te has visto hermosa cuando usas vestidos, aún si tú no pienses lo mismo, porque tus piernas delgadas, como dos faros de luz en medio del mar, relucen el sentimiento de delicadeza que llevas por apodo.

En fin, el año está a punto de terminar, y mi corazón no ha dejado de mencionar tu nombre desde la última vez que hablamos. Solo quiero que sepas que fuiste y tal vez serás el único amor que yo haya tenido en toda mi vida, y esto que me ha llevado semanas enteras de insomnio escribir, es tan solo mi carta de renuncia. Y que, si en algún futuro no tan lejano, tu corazón de papel te demandase lo que por ceguera y desesperación tiraste al abandono, recurras a estos textos en los que encontrarás consuelo para siempre.

Pd: Jamás amaré a alguien como lo hice contigo, y jamás llamaré a otra persona como a ti te llamé, porque esos adjetivos son el único regalo de mí para ti que siempre te pertenecerán.

– El Mago. 1:42 AM

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