Tras un pestañeo cayeron dos pestañas sobre la pantalla del celular. Cuatro deseos en potencia, pero ningun dedo para convertirlo en realidad.

Y vos, que siempre te quedabas con mis pestañas, pensaras en los deseos que cumpliste a costa de fragmentos mios?
Pensaras, alguna vez, en todo esto?
El timbre de tu risa vuelve a mis oidos, y tus palabras llegan como ecos que retumban en mi pecho, en mi garganta, en mis oidos. Veo tus labios curvados, y se me acelera el pulso.
No hay tiempo ni duelo que pueda menguar, nisiquiera amenizar la cascada de sentimientos.
No, jamas deje de pensar en vos, ni en los deseos que no cumpli.
Y me asusta en el fondo buscar un futuro sin esta taquicardia que me genera tan solo recordar tu figura.
Solo queda aguantar un par de otoños, hasta que esa combinacion de letras me sea indiferente.
Y prepararme para el invierno.
Preparar muchos cafes, y muchos libros, que mantengan mi cabeza alejada de tu nombre y apellido.

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