Roberto:

¿Continúas en tu sueño?

Te mando postal de Florencia, cuna del renacimiento.

Ayer visitamos la estatua del David; al contemplarlo, imaginé al mismo Miguel Ángel con cincel y martillo; al rescate del bíblico personaje preso en el mármol.

Hoy; tomados de la mano recorrimos varias calles; tal pareciera que estás en otra época. Al llegar a Santa María del Fiore; como bobos con la boca abierta admiramos esa catedral que tanto añoras ver.

Por la tarde; obligado era disfrutar de la cocina Toscana; nos enamoramos de un restaurante de sutil ambiente romántico. Ara escogió una mesa al aire libre; reniega por mi vicio pero; termina por complacer mi gusto por el cigarro con un buen café expreso.

De comer, ordenamos una pasta; no sé describirte los quesos que tenía la salsa, pero te aseguro, la mejor que he probado. Y, un vino de uva Sangiovese… ¡Mmm! Exquisito.

Ara feliz; su sonrisa ilumina aún más estos momentos.

Me despido; no sin antes decirte, que solo te convidé una pizca del menú, el plato fuerte está aquí esperándote.

¡Espabílate de una vez! Deja de buscar pretextos para no viajar y, haz por fin, realidad este sueño tuyo.

Roberto.


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