¡¡ORA SI QUEREMOS PAX!!

¡Ujule manito! Esta vex si no las hicieron efectiva. Esta vez los cuicos no se quedaron nomas viéndonos como era el acuerdo con aquel trajeado con el que desayunábamos en el sanborns. Esta ocasión si se nos fueron sobres apenas tocamos las estatuas que están sobre reforma. Puta madre hasta me vuelve a doler nomas de acordarme, macanazo aquí, macanazo allá – ¡Listón azul hijos de su puta madre! ¡Listón azul! – les gritábamos hasta que nos entumieron el hocico a puro chingadazo. Ni a la Micaela se la perdonaron, de las greñas la sacaron del grupo ese de gente revoltosa que buscábamos boicotear. Ora pues nos encontramos por acá en una Isla N donde nomas te asomas y solo ves un chingo de piedra – Quieren vandalizar ¿Eh? – Nos gritó un uniformado – Pues acábense la isla que picos no les harán falta. Y para que nadie se sienta agraviado, codo a codo hombres y mujeres – No se la Micaela manito pero yo ya nomás me veo las manos y chillo, la comida es escasa y regacha y la piedra no se acaba. ¿No podrás hablar por mí en el congreso? diles que ahora si quiero Pax.