Vamos a ver

¿De qué sirve planificar cada día de tu viaje? ¿De qué sirven todas esas horas viajando por las palabras de esas guías como “Lonely plantet”, “Los viajeros” o el “Trotamundos” cuando la realidad es tan diferente a lo que se escribe en tus ojos de papel?

Todo se lee tan diferente a esa realidad de carne y hueso que te encuentras…

Y es que cuando llegas y dejas la maleta, cuando estiras los brazos y pintas tu sonrisa de recién llegado. Cuando ya has colgado y estirado tu ropa, llenado el cajón de la mesilla con tus cables y cargadores. Cuando ya has colocado el cepillo de dientes en el vaso del baño y cuando ya te has estirado sobre tu recién estrenada y manoseada cama, te levantas de un salto y dices – ¿damos un paseo? y vamos a ver…

Vamos a ver… esas primeras horas que no constan en tu superplanificado programa de viaje son las que pueden cambiar todo tu rumbo. En esas horas, todo lo leído se diluye y desaparece como si nunca hubiera estado allí, o mejor dicho como si perteneciera al libro de otro destino, muy diferente al tuyo.

Porque en ese “vamos a ver” te encuentras cara a cara con los ojos de personas que respiran un aire diferente al tuyo, que se educaron de otra manera y escucharon otras músicas. En ese vamos a ver están las sonrisas y no sonrisas de personas que entienden la vida de otro modo, que trabajan de otra forma y crían a sus hijos de otra manera. En ese vamos a ver entras en un café y te llevas a la boca toda una cultura, especias, aguas, hierbas, licores y cereales que escapan de lo que tu boca ya conoce. Y esos sabores, esas miradas y esas sonrisas, te dicen realmente donde estás.

Y si además preguntas… Sí, por favor pregunta, porque las respuestas que te den cambiarán la esencia de tu viaje. Porque irás a sitios que no esperabas. Porque incluso en lo que sí te esperas encontrarás el punto de vista de lo propio, de lo mamado, de las raíces de quien lo nace y quien lo crece.
Porque cada viaje empieza y cambia en ese “vamos a ver” que es un vamos a oler, vamos a probar y vamos a escuchar como es de verdad el lugar al que acabamos de llegar.