Dos Locos Bajo Lluvia

Marzo,20 del 2019

¿Recuerdas?, parecía no ser tan amigable al principio, el chico chacotero pero tímido.Aún me consta saber como hice para conquistarte.Mientras recuerdo esos días, aquellos años que aun veo pasar sobre la ventana.Solo me queda sonreír cada vez que veo llover, me siento a tomar un café sobre el sofá, leyendo una pequeña carta tuya, que un conservo.

Te quiero contar que aquel 05 de febrero, esa tarde que llamaste, indicando que vendrías a visitarme al día siguiente.Siéndote bastante honesto no creí que vendrías aquel día, esa noche estaba tan despejado el cielo, parecía que seria un lindo día mañana, solo íbamos hacer el sol, unas cuantas nubes y tú.Me aprecia muy extraño por que tu no salias de la ciudad al campo y de las pocas veces que has salido, te habías aburrido.

Yo vivía a 20 minutos en auto de la cuidad, era la primera vez que venias a mi pueblo ( ya sabias de que no había gran cosa que mostrar aquí), pero tus ganas de verme pudo más.Llamaste al celular de papá indicando que ya estabas saliendo de casa (esas veces ambos no teníamos teléfono), Salí de casa, solo con una casaca delgada, el calor era insoportable esos días.

El trayecto hacia la plaza principal, era lejos desde mi casa, como a 15 minutos a pie, así que llegaría a tiempo a esperarte, pero no creí que me ganarías en llegar.Mientras estaba sentado mirando a cada carro que llegaba de la cuidad, buscándote a través de sus ventanas, mi sorpresa fue grande al verte caminar a lo lejos, bajando de mi escuela, tu tan sonriente me levantaste la mano al reconocerme.

¿Recuerdas?, que caminamos tanto por el campo para ir hacia la laguna, trepamos la colina mientras te contaba la historia del cerro que tenia la forma de un caimán, tu señalaste asombrada mirando la montaña que se veía desde la cuidad, me dijiste que había una leyenda sobre esa montaña, y me la comenzaste a narrar, te distrajiste que te tropezaste , te doblaste el pie, nos sentamos a media colina a descansar un poco, mientras te pasaba el dolor de pie, no era nada grabe pero quise que vieras donde pasaba cada tarde y desde donde yo veía tu casa, no tuve mas remedio que llevarte sobre mi espalda.Me abrazaste fuerte y dijiste suavemente;

—Cristian , ¿Tu crees que nos casaremos?

—No lo se, ojala pudiéramos —te dije sonriendo;

—¿Me amas?—quiero la verdad, Cris;

—Claro que si, te respondí con el poco aire que me quedaba,

—Lo siento pero no te escuche, dilo mas fuerte,

Te bajaste de mi espalda y me jalaste del brazo.

—Ahora si, dime, me miraste fijamente.

—Si amor, claro que te amo, y te di un beso tan sútil

—Ya falta poco, quien llega primero—dijiste

Echaste a correr, y me sacaste ventaja ,mientras yo estaba cansado, vi como llegaste a la cima de la colina y saltabas de emoción, con esos te gane y con cachita todavía, te di el alcance y me desplome del cansancio.A lo lejos podíamos ver a la laguna en todo su esplandor, era tan hermoso, pero ya estaba empezando a anublarse, aunque no pasamos mucho tiempo mirando la laguna, por que temía que la lluvia nos mojara y así fue sin mucho escándalo, las nubes soltaron su descargo, y hasta llegar a casa no había forma de escapar de esa lluvia, ya que conocíamos en que terminaría todo esto, nos pusimos a jugar en plena lluvia, que recuerdos…

Al día siguiente teníamos clase en la academia, y los dos enfermos con gripe no parábamos de toser, ¿Lo recuerdas?.

Aunque no cumplí con casarme contigo, ni mucho menos somos los buenos amigos, pero nos tenemos que ver a pesar de las peleas, ahora estoy parado frente a tu puerta esperando que abras, el frió a cambiado mucho desde que me fui y la lluvia que no deja de caer, miro al cielo tratando de ver en que momento para la lluvia, mientras escucho unos pasos detrás de la puerta que llamo mi atención.

—¿Quien es?—te escuche decir,

—Soy Cristian—respondí :

Cada vez era menos el rechinar de tu puerta,

—Apurate pasa y cierra bien la puerta,

Eras tú y sin decir mas, lentamente perdí tus pasos por el pasillo, aquel que daba asía tu sala.