África. No puedo dejar de pensar en ti. Necesito escapar de la rutina de mi existencia para abandonar esta melancolía. Buscaré la suave caricia de tu aliento en mis mejillas. Sentiré tu calor en mi cuerpo explorando un territorio ignoto y salvaje en el que pueda derramar mi alegría contenida en tu continente. Quiero surcar tus montañas, beber de tus ríos y recorrer juntos el camino.

África. ¿Te quieres casar conmigo?

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