Creo que me conozco perfectamente
la sociedad sólo me imagina
Trasciendo en mi sencillo vuelo de solemne orfandad
mis credos del descanso desgarrados en un grito moratorio
delirios de mi felicidad rebosante de amor
combustión posesa de éxtasis perpetuo creado del magma de tu lámpara marciana
para que sólo se abran las puertas de mis percepciones a la existencia noble de mis anhelos
Mi corazón sobrecogido por la miseria del mundo
practica sanamente las buenas creencias y los valiosos dogmas
aunque permanezca envuelto entre frases lúdicas
erigido en un imperio de telarañas de hilos de oro
ansioso por descifrar el laberinto de las extrañas composiciones y del sentimiento llamado amor que quiere sobre todo reconstruir los olvidos
La memoria devuelve las cartas ya escritas y leídas
La resonancia de los pretéritos
El tiempo fantasmal y silencioso que irrumpe en un aplauso general
y aterriza todos los convencimientos como un sumo pontífice empujado a la conquista de la grandeza de Dios
impactando el drama de La Historia y sus formidables aventuras
santificado en el recuerdo de la muerte que late cuando desploma logaritmos
viejas anécdotas fotográficas
Vivo absorbido en un parnaso de intimidades
abrazado a los fabulosos tentáculos del pulpo de la vida
atolondrado por la codicia
y engrandecido de esfuerzos desgastados
en torno a laberintos sin salida
que espero cruzar sin que nada ni nadie me detenga
Sometido de sí mismo y persecutor de la noche poderosa que continúa su marcha sobre las ciudades progresistas donde se comercializan códigos de venta
Dinero o sangre actual
La energía del presente abraza mi territorialidad
y a veces la separa con engañosos artilugios
Y mis deseos se vuelven contra mi exacerbación peligrosa y cotidiana
Esta energía inmediata se disuelve en una nube
Su Poder
Mi Ruina
Mi consternación
No soy ajeno a las burlas y a las lágrimas
A los sufrimientos y a las vejaciones
Sueño un orbe iluminado con chispeante viso de colores excelsos
A diario mi soledad me atrapa instantáneamente
Sensual y traicionera
haciéndome daño y atentando contra mi cotidianidad
Invadiendo mis intenciones
Sobreviviendo con la última leche que sale de mi organismo vibratorio
Protegiendo mi gobierno interior finalmente unificado por la democracia de mi colérico y fuerte deseo
De sopetón escucho los sonidos de las calles derrumbadas
donde transeúntes precipitados provocan manifestaciones entre la bruma de los caseríos
invocando acordes estremecedores que asoman a los cuatro vientos
Intento atrapar un mágico secreto aferrado a la misteriosa jaula de las sensaciones que diluvia panfletos incendiarios
Icebergs y glaciales tormentosos entre sorpresivos rayos gamma de muerte
Termino reducido en mi encarnadura rósea palpitando en la plataforma musical del tiempo y el espacio en sinfonía con lo inesperado
Marcho entre llamaradas
Genial locura fenecer de fervor divino
Extinguirse en un parpadeo fugitivo de alabanza hacedora y armoniosa del ego del universo
En la distancia fulgura el flamante y ardiente sol sideral
nacido en países de fuga
y estremecido en el cielo despedazado
Mi vuelo desbocado que viene del gran Madagascar
Calcinadas mis alas por meteoritos precipitados sobre la caótica tierra
Me desplomo a la confusión avecinada sobre el mar con su plancton devorador
Cuarzos xerofíticos en cenizas dispersas mientras una gigantesca boca se traga el tiempo terrestre
Explosión de imaginación humana
Tenuemente el ahora asoma sus recuerdos de alegre juventud
Encuentro algo de paz
Un consuelo iracundo
Dentro de mí llueven meditaciones sórdidas
y ya se resquebraja la voz de mis florecientes sueños
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Regreso extraviado de una galaxia perdida a millones de años luz de mi fuero interno que gravita por el cosmos de la resignación del hombre que soy alejado de los elementos míticos
como un hipnótico animal en la soledad del olvido
Abismos azules surgen de mis locas emociones
En dulces afanes por llegar ignoro adónde
Recreando una medida
Un silencio vertiginoso
La edad de mi destino cruel
sus días deslizantes de roja savia
Mi cuerpo serpentea acordes de ensueño
Galaxias de febriles hilos escurridizas a mis tentativas
de difusas horas en un Cosmos de variaciones prismáticas
Desde las hondas selvas rugiendo como un dios en ignición
soñando la reconciliación de las razas
La vibrante música la ejecutan seres que aman
Viaja a través del viento y llega a mi estancia solitaria donde amo la soledad cual melodía que ciertamente me hace olvidar los sonidos revoltosos
Soy una soterrada y amoscada máscara oscura que no agrada siempre pero que expresa algo de mí
mis símbolos míticos
mis resplandores de supernova
Forzado a pernoctar en cualquier parte del mundo cual efigie extraviada
apresado en territorios de ignominia
Aprisionado por melancólicas y memoriosas historias enjauladas
agotado con un grito en la voz
desde mi falansterio demencial
Esperando que nada turbe y espante mi extra solar territorio
Frágil como la capa de ozono
náufrago de imágenes extraviadas habitando fondos alterados
Supongo que me he dado cuenta de lo confortable que es estar de pie sin dormir
Hago un plano general con tu mirada para aterrizar mis convencimientos
Mi gran intento hollywoodiano por ser
inagotable fuente de mis alegres recuerdos
En las noches me despierto añorando un ardiente beso
Entre las sombras me suelo esconder y no me vuelves a ver
quizás sólo un instante entre las fosas del menguante
Soy el errante Amante llevando a cuestas los recuerdos distantes del ayer
Aúllo nostálgico y por mi flanco herido
los aviones pasan como lluvia de estrellas
Veneno y miel sobre mi epidermis
En una página escribo nombres próximos a la desesperación
En una barcarola de neón traída por el viento
Susurro urgentes palabras
No podré olvidar si pienso en ti a cada instante
Encenderé el algoritmo de las reminiscencias
Se alza una torre blanca en la lejana ciudad de cristal
allá vibrante el viento saluda
digno de la vida que no puedo rehusar
su futuro amoroso anima la ilusión de tenerte cerca
El viento que como una melodía nómada viaja a través del ansioso espíritu de La Creación
Logro retener el aroma de tu silueta nocturna
Fugitivo sabor de luz
Pero mi destino sigue roto
aunque recibo un rayo protector
Y me convierto en corro de pájaros migrantes
En escarlatina y escultural efigie moldeada
mientras el sol sale los domingos en la pantalla de la televisión
De nuevo por estos lados
anochece de súbito
y la oscuridad extiende un manto de perdón sobre todas las cosas humanas
Pronto avistaré un nuevo horizonte
y mi carne en clamores lúbricos
en éxtasis de extenuación
tiembla su grito bestial
abre las puertas de la pasión
su labia amada que alimenta mis ansias
que tienta a que ladren los fantasmas de mi alma
La fría y estrellada noche emisaria
Presencia mágica de las sombras
Un profundo precipicio es su silencio que llena mi truculento sino
Miro a lo lejos a través de la ventana
Fulguran fogatas de flamas ardientes
Los leños que crujen chispeantes se vuelven minúsculos tizones extendidos a lo largo de los incendiados caminos
Un cometa vagabundo y desterrado es mi patria y ahora brilla en las dunas cósmicas donde asoma un reino emergente de las profundas peñas
Arribo a campos fugados como un astro estremecido que cubre el cielo imponente
Y mi cabeza desbocada salpicada de fiebre da giros y giros
Danzo sobre el plasma de los oráculos como un nictálope de alas caídas mientras el satélite blanco plateado ilumina con raro fulgor
y trae una bandada de pájaros desplumados
Sensual y acercándose con su última leche selenita
de su gobierno interior
unificado por las fronteras del Cosmos
La luna es un país sin democracia sobre el pináculo más alto de La Vía Láctea
Un continente de bosques de roca sideral anidando gárgolas de hiedra
en cuyos espinos calcinados emergen bólidos holocausticos
Contra la superficie de microbios lunares se confunde su plasma acuático
Habitando el subsuelo la celeste brisa del origen
Las estrellas distantes iluminan Sotavento
Fulguran señales ardientes de humo en medio de los alcores rocosos
Voces de animales inexistentes
Entre las grietas salamandras doradas
Cuarzos estremecidos
Árboles xerofíticos en cenizas extendidos a lo largo de las cavernas
La luna es morada sobre los médanos y sobre las rocas sin tiempo
La luna llena su luz de plata cual cántaro repleto de agua
Su acorde y su brillo de ensueño
Cargo mi anacrónica historia escrita de fantasías engañosas
Así mis impresiones siempre vuelven a mí por intermedio de mis palabras y de mis imágenes dionisíacas
arrebatos de medianoche
metamorfosis de mis sentires como águilas
de mi paciente silueta en espera que recuerda que queda el vacío
la paralela ruta
mi ánfora rota
mi astrolabio en pedazos
mi zapato colorinche desfragmentado
y esta magra vislumbre de ciudad tenebrosa donde vivo mi disolución
mi poderosa glorificación
mi pobreza y sus fetiches
Amo lo que existe dentro de mí y dentro de ti
sagrado fuego aéreo mortem
La antropología erótica de tu piel
Delicada tela
Fina y ligera
y exquisita como la vaporosa seda
Magia cromática que trato de retener en mi Ciudad sin leyes
Aparatosamente surcan los carros vertiginosos en las avenidas y en las ondulantes calles
Intento sostenerme en las verjas de los hostales
En el inmenso cirro grisáceo de smog iluminado por las lámparas de los edificios
La ciudad extiende su vasta telaraña laberíntica de alambres y de cables
de postes y de hierros entrecruzados
de muros de concreto amalgamado
de aceros alineados e indestructibles
Los puentes como caracoles sin fin me atrapan en sus redes de color triste
Y los transeúntes en movimiento acelerado por entre los túneles de las calles
o caminando por el viaducto del metro subterráneo
impregnados de extrañas cavilaciones
llevan sus pasos por las esquinas de los bulevares
por los andenes de las construcciones y por los pasillos de los centros comerciales
Danzan congestionados en mi entorno como hormigas atristadas de color blues
Parecen cronopios de alas caídas formando aquelarres desconocidos
cruzando las avenidas polvorientas con el semáforo en rojo
Aturde mis oídos el cercano océano de autos que vibra entre los paredones de los callejones
Me anega un sentimiento de aturdimiento
Después arremeten las voces de promociones de mercaderes ambulantes
De los universitarios que piden libertad y justicia
De los obreros impregnados de suciedad y que nada reclaman
De las descarnadas mujeres vergonzantes
De las bandas de delincuentes armados con puñales y en desvelo envueltos en las polvaredas del progreso
Turbas precipitadas vienen ya de las fulgurantes comunas populares
se extienden congestionadas por los citadinos paraderos
Apiñados ojos sin cara
caras sin ojos
observándose mutuamente mientras son empujados por el afán de estar pronto
Cada vez más gente desconocida que se afana por llegar a sus casas o a sus lugares de trabajo cruzando terrenos de tribulación por las losas de la ciudad viscosa
deambulando como seres insondables y desamparados entre la vigilia fiestera de las cantinas
arremetiendo contra los obstáculos interpuestos
inoportunos y gravosos entre lúgubres bocacalles
El mundo cambia ante sus miradas mientras se acercan a la embriaguez de las horas
a la terrible cotidianidad que viven enjaulados dentro de sus casas
Se transforma el horizonte en una roja fotografía lejana en la periferia de la ciudad
Por las calles cetrinas de la urbe deambulan los viandantes con sus voces insondables y su trajinar cansino
por entre las losas abiertas de las alcantarillas flotando entre el brillo mate de las edificaciones
Seré yo el último intruso de la noche invasora resignado a la descomposición mundana
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