VIAJANDO DE OLFATO



Nunca antes había viajado sola por Europa, aunque venía preparada y motivada,no podía negar que tenía inquietud y miedo, sobretodo cuando estaba a punto de salir por esa puerta del aeropuerto y adentrarme a lo desconocido , y saber que cualquier situación me llevría a tomar desiciones incertas . Así que antes de salir me senté , para familiarizarme un poco con un nuevo idioma , hasta sentirme preparada.

-Hice una oración, y me dispuse a salir, pero,oí una voz masculina hablar castellano. que, decía con voz ronca nombres de pasajeros de su lista

Rápidamente le busqué con la mirad y descubrí su aspecto .Un hombre moreno, robusto, vestía de conductor y su acento latino, sería mi tabla de salvación, así que no dudé ni un segundo y me acerqué a él.

_Hola, puede que seamos compatriotas ??, y sonreí. El hombre me miró, me saludó pero no se mostró emotivo, y continuó nombrando a las personas a las que iba a llevar a su hotel.

_Supe que debía insistir así que le conté en el apuro en elque me encontraba y esta vez fue mucho mas amable , me dijo que me llevaría a la ciudad y que me dejaría cerca al metro que me llevaría a mi hotel.

_Me sentí aliviada y me díje:- He comenzado las cosas con buen pié.»

Subí en la cabina con él y a medida que nos acercabamos a la ciudad, mi corazón se aceleraba y comencé a sentirme emoconada. Mis sentidos se abrieron, mis percepticos comenzaron a captar todo cuanto percibía . Las calles, las personas,los ruidos y sobre todo su olor, si, olor paricience, ese olor me llevó a una experiencia de sensorial, me incitó a cerrar los ojos he intentar percibir la ciudad a través del olfato a saber discernir los aromas perfumados que el aire esparcía por las calles envolviendolas de frescura.

Cuando bajé de la buseta y toqué tierra, mi primer deseo: – hacerme una primer foto en París con aquella enorme estructura metálica de fondo.

Era casi media noche, y la luna estaba tan redonda, enorme y brillante como sacada de una escena de vampiros, pero ésta, iluminaba perfectamente las calles de París.

Para mí era todo novedoso e impresionante, y desde el mismo momento en que salí del avión,supe que una gran aventura me esperaba en esta ciudad.

Esa noche la brisa era tibia, invitaba a caminar, sin embargo saqué un abrigo de mi maleta, lo puse en mi cintura y en lugar de ir en busca de mi hotel, decidí pasear por la ciudad sin rumbo.

Gente ejercitandose, trabajando, ancianos paseando sus perros, todo como si fuese medio día. La ciudad estaba viva, y nadie parecía estar pendiente de la hora, a nadie le corría prisa irse de las calles para ocultarse en sus casas. Eso me sorprendió así que me dio curiosidad y quise conversar con alguien en inglés para que me explicase si era así siempre o era un día especial.

Mientras decidía a qué terraza entrar para tomar algo, sentí como una mano pesada se posaba sobre mi hombro, intenté girar rápidamente para saber de quién se trataba, pero mi cabeza perdió movilidad al toparse con un objeto filoso que me impedía hacerlo. Aquella pesada mano me llevó hacia una calle menos iluminada. Apreté mi pequeña maleta con mas fuerza pero se giraban las ruedas y se me intentaba caer, así que la solté e intenté safarme de aquella mano, forcegeé un poco sin ningún resultado positivo, todo lo contrario, esa mano pesada me hacía daño .

Misteriosamente no sentía miedo, era extraño, pero esto era tan impensable para mi que tal vez no lo asimilaba como que estubiese en peligro.

_Nadie hablaba, así que pregunté que quería, pero lejos de una respuésta, sentí como me sentaban bruscamente en el suelo y ponían un pañuelo en mis ojos. En ese momente comencé a sentir mucho miedo, me sentí indefensa y sola, muy sola. Parecía que todas aquellas personas que había visto hacía unos minutos tan tranquilas y confiadas por las calles, habían desaparecido o solo habían sido parte de mi imaginación.

Intenté gritar pero aquella mano me tapó rapidamente la boca, comencé a sudar, a sentir frio en mi interior ,las lgimas empapaban el pañuelo que tapaba mis ojos, pero, me sentía con fuerzas, de luchar, de cambiar el resultado de esta aventura.

Perdí la noción del tiempo, perdí el sentido de la orientación, pero hubo algo que me di cuenta que aún no habá perdido. Mi olfato. Así que decidí utilizarlo, es entonces cuando puede intentar visualizar sin la mirada todo cuanto había a mi alrededor, decidí atraer con mi olfato y con el oido todo cuanto pudiese ayudarme a salir de esta. Así que mientras me revisaban el bolso y quitaban seguramente mi dinero, me dediqué a oler, comenzando por loque tenía mas cerca, el objeto punzante. Percibí que tendría que ser una herramienta porque olía a grasa, luego la mano pesada que me retenía, sentí su sudor en mi cuello y un olor a colonia, no era muy buena porque se olía el alcohol en mayor grado, luego el pañuelo que puso en mis ojos, aunque mojada por mis lagrimas tenía un olor particular, era como a ambientado de coche. Mientras hacía este ejercicio, sentí como aquella persona alejó el objeto punzante, metió mi cabeza entre mis rodillas y salió a toda prisa. Permaanecí quieta unos segundos y después me levanté, miré hacia todo lados pero no vi a nadie. Entonces cogí mi maleta, me acerqué a la calle mas iluminada que había y busqué a un agente y conté lo sucedido. Puse la denuncia pero no quería que se quedara así, estaba decidida a encontrar a aquella persona, sentía que ya había habido contacto con esa persona, en el avión, en el aeropuerto, en las calles. Es entonces cuando comenzó mi ota aventura porque decidí encontrarle utilizando mis sentidos.

Doy gracias a Dios por..

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