Una maleta con la boca abierta,
una lista con las cosas necesarias.
Cajas llenas de postales y un buzón vacío.
Una nevera con imanes. Un alma goteando recuerdos.
Un paraguas con varillas torcidas y lluvia en los zapatos.
Un corazón sin vacunas.
Bálsamos, cremas y fragancias en frasquitos.
Un sol grabado en la piel. Mil lunas.
Una cámara, un mar y horizontes que fotografiar.
Mapas señalados.
Trenes desahuciados…
…Al final de éste viaje pendiente
al centro mismo del vientre de mi madre.
El viaje que aún no he hecho (concurso de microrrelato)
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