En viaje al bosque rojo

En viaje al bosque rojo

Gato

23/03/2019

Si pudiera decir lo que soy.

Uso minifalda y tacones altos, mallas de red floreadas, rojas.

Visto como un guerrera, sensual, envuelta en aromas florales.

A veces esta figura la veo como una identidad aparte

Pero soy yo.

Muy temprano me he levantado.

Dicen que madrugar es bueno y saludable.

Cambié de atuendo sólo un poco.

Fui hasta el océano y ahí un barco me llevó hasta vancouver, en Canadá. Desde la costa de la Península de california, con el mar de cortes tan cerca, es un gran viaje hacia el norte.

Ahora estoy aquí, en un pequeño barco. La costa de Oregón está a punto de terminar, y pronto las montañas de Canadá, se verán desde la cubierta del barco.

Primer dia de Primavera.

Bajé del barco y me interné en el pequeño pueblo pesquero. Recorrí sus pintorescas calles llenas de armoniosas casas de madera. Previne comprar víveres, municiones y algunos medicamentos.

Una mujer sola como yo, debe tomar en cuenta cualquier detalle.

Muy temprano después de un buen descanso, me interno por un camino, que conduce hacia las montañas Rocallosas…

La mañana es cálida, y los rayos al iluminar, forman perspectivas espectaculares, sobre el bosque que se aproxima.

Entre los altos pinares, el canto de las aves, lanza fuego de palabras galanas, que envuelven desde el cielo azul, hasta el sotobosque.

En el atardecer, el río canta, corriente poderosa se deja caer con estrépito impactante en la cascada.

Mariposas vuelan.

Flore bellas, danzan en el aire, y se alejan más allá del rio, buscando la alta cumbre nevada.

Anochece..

Los lobos cantan en la lejania..

Mi fogata me da el calor que necesito, bajo la noche estelar de America del Norte.

Camino de noche.

Misterios nocturnos se ven entre el follaje.

Al pie del acantilado, el gran valle se extiende.

¡ Oh cielo…!

Magia tienes, y en la aurora boreal, está el festival de primavera, luminosa en cielo.

Cumbre alta, majestuosa, tu poder quiere la aurora tocar, al hechizo de un romance, declamado al infinito.

Amanece..

Anoche dormí unas oras y estoy lista.

Bajo al gran valle.

El rebaño de renos, desfila buscando la ruta de Alaska, para llegar al lugar de reunión. frente al océano ártico.

Sendero húmedo, de bellas floraciones, entre verdes de variadas formas nacientes, tienes tu encanto.

Huele a tierra mojada.

El rocío de la mañana, salpica de gotas de cristal mágico el bosque, y entre la neblina viajera, la madre natura, envuelve de sublimes perfumes florales, mi camino.

Se abre el valle.

Atravieso el puente de madera sobre el río.

El águila pasa.

Lanza poderoso canto y rodea la gran nube blanca, en él azul intenso del cielo.

Hay magia en la flor amarilla, que se posa en mi camino.

Sol…

Bañame..

Dame alas de luz para volar.

Quiero ser el hada, que con las aves del cielo sabe danzar.

Oh, primavera, soy hija tuya.

El claro del bosque es grande.

El agua del estanque, da el placer a mi sed de ser satisfecha.

He desayunado.

Un té de hierbas me da, el fuego de la guerrera del bosque.

Continúo mi camino. Una llovizna repentina, por unos momentos me acompaña, y me da un Baño fino, casi fantasmal. En medio de la neblina, los rayos luminosos hacen resplandecer las verdes floraciones del sotobosque, como endénicas joyas vivas, Las montañas, se alzan más arriba de las nubes.

Bosquecillos de hongos, de vivos y variados colores, cubren el amplio sendero y entre los altos pinos.

Canto el himo que el bosque me inspira.

Día de la primavera tres.

Dormí un poco bajo la luz del dia.

Soñe, que nadaba en el lago que se ve a lo lejos.

Desnuda emergía del agua, como diosa nordica, mi pelo rubio, se agitaba con el suave viento, camine sobre el pasto, y bajó un ángel. Abrazándome, me envolvió, y me llevó volando. Atravesamos las nubes, las cuales sentí como una caricia maravillosa y plena.

Nos elevamos, y pronto viajamos a través del mar de las estrellas, hacia una zona de colores indescriptibles. Sabía que era él valle estelar donde nace el infinito.

Después desperté.

Hace frío.

Mi gruesa chamarra me da el calor, que me hace sentir el agradable ambiente de la mañana, en el bosque virgen.

El camino, sube un poco por las laderas de las montañas Rocallosas.

Ya he perdido la certeza de donde estoy.

Me dejo llevar por el instinto, fijando mi destino, siempre hacia el norte

Día de la primavera 6.

Atravesé los pequeños cañones, casi impenetrables a través de la vegetación.

Bajando de la pendiente, me interno nuevamente en bosque.

El paisaje se vuelve inmenso.

Una cabra montesa, de largo pelaje blanco, escala hacia las cumbres de un alto pico nevado.

En la lejanía, una familia de osos solitarios, traviesan el extenso pastizal.

Mi camino no es de la búsqueda de un destino único, es un camino que busca destinos nuevos y novedosos, cada momento.

El instinto me dice que he llegado a los territorios del norte de Canadá.

A travieso una solitaria carretera en medio de la nada.

Un letrero en el camino, señala una aldea lejana, a la que lleva la carretera y más allá, la lejana península del labrador, no sin antes pasar por una numerosa serie de pueblos canadienses y aldeas nativas.

Veo la larga carretera que atraviesa una extensa pradera.

Dejo la carretera y continuó adelante.

Me vuelvo a internar en el bosque.

Coníferas gugantes, forman impresionantes, bosques que parecen no tener fin.

En el correr del dia el fuego sólar lncendia las nubes.

Y parece querer arder con el bosque de abajo.

Entró en un pueblo fantasma. Buscadores durante la fiebre del oro, lo habitaron, y ahora luce como un pueblo hechizado, cubierto de muzgo.

El lugar es bueno para un descanso, y un pequeño aperitivo.

Explorando, mi imaginación le da vida al pueblo en los días de la fiebre del oro.

Abandono el lugar.

Sonidos y Misterios, en la foresta, donde la soledad, no es soledad, hay vida a cada paso, y los habitantes del bosque, a cada momento se descubren en mi camino.

Voy cantando y Festejo a natura.

No hay prisa en mi camino.

Día de la primavera 7

Vine a vivir él bosque y hacer uno con él.

Más adelante, se abre la planicie, y el bosque se despeja en el horizonte.

La mágica montaña se ve a lo lejos, el reino de del bosque rojo me espera.

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