La espiral del pensamiento

La espiral del pensamiento

alvaro garcía

21/02/2019

Perdido, abatido y sin poder emprender ningún camino externo, tomo valor y busco respuestas en mi interior. Me pongo de pie frente a esa puerta que me ha vencido tantas veces y que ha permanecido cerrada durante demasiado tiempo. Tomo valor y me dispongo a entrar al interior de mi mente y mis pensamientos en busca de respuestas, en busca de lo que alguna vez fui, en busca de llegar al final del camino. Abro la puerta y al dar los primeros pasos de inmediato todo se llena de ruido y color, sale a mi encuentro un carnaval de pensamientos que se acumulan en la entrada y se me hace difícil pasar, como puedo me voy abriendo paso entre las distintas sensaciones, pero el camino se va estrechando y las sensaciones haciendo aún más fuertes, las alegrías y el valor empiezan a desaparecer, entrando a escena la el miedo, la rabia y el rencor… el ruido aumenta, la ansiedad también y cuando siento que ya no doy más, la tristeza y desesperación llegan para devolverme a la puerta de donde vine, llegué al final del camino conocido. Pero esta vez, no le hago caso al ruido ni a nada, ¡moriré en esta ocasión si es necesario!, pero no regresaré, ¡ya no más!… tomo valor nuevamente, cierro los ojos, doy un paso tras otro y al final después de tanto ruido… nada… silencio… tranquilidad. Camino un poco más y abro nuevamente los ojos, me percato que el ruido y el escándalo quedó atrás, logro verlo a lo lejos, en un nivel destino al que ahora me encuentro. Sigo caminando, llego a un lugar desolado y al centro un museo viejo, el cual debo cruzar para seguir el camino, así lo hago. Todo dentro del museo se encuentra cubierto y sobre de cada manta una máscara, poco a poco voy retirando las máscaras y descubriendo lo que estaba escondido, una parte de mí debajo de cada una. Levanto las que puedo y cargo las máscaras para no volverlas a colocar, logro salir del museo, el camino se estrecha cada vez más y las máscaras son pesadas, pero falta poco, sólo unos pasos más… Llego al final del camino y encuentro un espejo o eso creo, casi no logro distinguirme, son demasiadas máscaras las que llevo conmigo.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS