Hola, Mi querido.

¿Cómo estás hoy?

Estoy muy contenta de tener noticias tuyas.

Como te he dicho antes en anteriores cartas, me encuentro sola como consecuencia de la muerte de mis padres. No tengo ningún pariente a quien ahora pueda acudir, todos escaparon a otros pueblos y ciudades, quizá están muertos o se fueron del país.

Ahora voy a la iglesia a rezar, el ministro reverendo a cargo de la Iglesia me ha tomado afecto por mi buena voluntad. Cristo ha sido desde entonces mi Misión Salvadora. El sacerdote ha sido muy bueno conmigo desde que llegué aquí, pero estoy viviendo todavía la incertidumbre y sólo pienso en vivir con alguien que me aprecie verdaderamente. Ni con la religión puedo evitar lo turbio de mis pensamientos, estoy consciente de que mis preocupaciones espirituales sólo son mías y de nadie más, considero que la religión no puede ayudarme a cambiar lo que estoy viviendo, de pronto sólo un poco si llego a ser reclutada en un albergue femenino.

Querido mío. siempre pienso en ti. Quiero decirte que me gustas mucho y quisiera algo más de ti, quiero hablar contigo seriamente, te enviaré alguna carta que espero no se extravíe en el correo postal, para que me respondas con presteza. Tú también me puedes llamar y escribir cuando quieras, estaré pendiente de recibir tus cartas y seré feliz de escuchar tu voz que me hace vibrar. Sé que no tengo ningún derecho de pedirte que te fijes en mí para sentirme digna y tuya, quiero volver a escucharte, porque sólo tu voz me estremece.

A pesar de la distancia quiero que vivamos juntos.

Para poder disfrutar mi amor sólo contigo.

Por favor, querido mío, me gustaría que me escribieras inmediatamente que recibas esta carta, porque creo que nuestra relación va a salir bien. me llamas o me escribes, necesitamos hablar urgente.

Por favor, me mantuve en secreto a la gente, aquí la única persona que sabe sobre mí eres tú, porque eres lo más sagrado para mí. Mientras tanto, yo te daré mi dirección personal para que te pongas en contacto conmigo.

Por favor, mantén el asunto de nuestro amor en secreto y no le digas a nadie que te amo.

Te amo y tengo miedo de perderte, si la gente llega a conocer mi secreto.

Sólo quiero tu comprensión sincera, y sé que la gente es temerosa de Dios, por eso soy una mujer de visión.

Soy una migrante. Mi nombre es Ariana Darna y tengo 24 años, desde que murió mi padre resido refugiada en una casa de la Misión Salvadora de Cristo, aquí en Guatemala.

Tu hermosa presencia ha cambiado mi mundo. Estoy en el sufrimiento, realmente necesito tu ayuda mediante el fomento de tu buen consejo y disponibilidad, quiero que me ayudes a salir de esta situación de depresión que sumerge mi vida, y una vez más para ayudarme a recuperar mi dignidad como mujer.

Mi difunto padre el Dr. Juan David Darna fue el director general de asuntos exteriores en Ciudad de México. La sucia guerra política y civil que se ha desarrollado en esos países ha sido inhumana y cruel. Cada vez se construyen más muros en derredor.

Pero he logrado huir y hacer mi camino con la ayuda de la ONU y del ejército imperialista, y pude salir de México.

Te envío esta carta desesperada. Sólo para ti y que tengas tiempo para leerla y no estés ocupado.

Me gustaría saber más sobre ti, tus gustos y disgustos, tus aficiones y entretenimientos, si lo que estás haciendo actualmente te gusta, me interesa conocerte y comprender que eres un hombre leal, sincero, veraz, amable y agradable.

Gracias al Todopoderoso que ha entendido mi condición para rescatar mi vida a su posición digna. Rezo para que Dios todopoderoso no permita jamás que las dificultades en mi vida se acrecienten. Sólo creo en ti, porque Dios Todopoderoso tiene una fuerte razón para que yo pueda dirigir mi vida hacia ti.

Estimado mío, antes le tenía miedo a la gente, pero debido a tu presencia encantadora y a tu atención y entendimiento, recuperé la confianza en mí misma. Aprecio los esfuerzos que estás poniendo para sentirme ayudada por tu amor, pues la religión del amor es en la única que creo. Sé que serás un buen compañero, que permitirá que mi condición depresiva de refugiada pueda disiparse.

Sabes que el mundo está sumido en la guerra, la miseria y la opresión.

Le he informado a mi hermana acerca de ti como mi compañero de vida. Y ella ha estado muy contenta y satisfecha de mi decisión.

Por lo tanto, eres el soporte para mí y para discutir la posibilidad de estar juntos compartiendo nuestros sentimientos.

Tuya, siempre.




Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS