Manuel García.

—Manuel por favor ve a la bodega y compra arroz, dile a José que lo anote, mañana paso para pagarle.

Manuel un niño de 11 años, con actitud de rebeldía, sale a comprar lo que el padre le pidió.

— Epa Manuel ¿ Para dónde vas?.

— A la bodega.

— Ven a jugar.

Manuel sin pensarlo se acerca a jugar futbol.

Pasan las horas entretenido sin acordar la orden del papá. Escucha a uno de sus amigos decir: — tu papá viene con una correa, Manuel asustado corre, el papá persigue a Manuel, el niño pasa la vía sin mirar.

— ¡lo atropellaron ! Se escuchan los gritos de los amigos.

El papá se le nubla la vista, solo escucha los gritos.

Se acercó a Manuel.

— hijo todo va salir bien.

Se concentran los vecinos.

Llega la ambulancia, los paramédicos levantan a Manuel.

—Familiares de Manuel García. — Soy el padre—–¿y la madre del paciente?

— Ella falleció responde el padre con dolor.

— su hijo… La enfermera se le hizo un nudo en la garganta.

— Lo lamento dice la enfermera con voz baja.

—¡No mi hijo no¡ llora desconsolado.

Al otro día es el velorio de Manuel, se hizo en la casa. Todos los amigos fueron, el pobre hombre desconsolado, se ahoga en llantos de dolor.

Al pasar los días, Marco no salía de su casa, los vecinos tocaban la puerta, el no contestaba.

Los vecinos comentaban, preocupados por el Sr.

Dos semanas después el hombre sale a las calle desaliñado, en busca de licor.

Al pasar el tiempo el dolor del muerto solo le quedo a su padre, ambulando por las calles; el vagabundo que nadie se le acerca, mal oliente y barbudo, que ahoga su pena en aguardiente.

Pasan los años, «todos olvidaron quien era Marco en ese barrio», un hombre que madrugada diariamente para trabajar por su hijo. Perdió a su esposa el día que nació Manuel García.

La casa se deterioro. Los niños no se acercaban, porque cuentan la historia que todos los días se escucha una pelota rebotando, dicen: que es el espíritu de Manuel que juega en el patio de su casa como solía hacerlo todo los dias al llegar de la escuela.

Los vecinos no vieron más a Marco, se escuchan rumores: que el hombre no aguanto su perdida y se suicido.

El cuerpo nunca se encontró.