Esta es una historia de una joven, la cual no creía en el amor; o bueno si creía en el amor, pero pensaba que ella nunca encontraría su media naranja, como algunos dicen por allí. No es fácil saber cuándo uno realmente está enamorado.

Más difícil es saber cuándo uno no conoce el amor o bueno eso pensaba Diana; sin embargo, quien podría fijare en alguien como yo; gorda, fea, aburrida y sobre todo amargada.

Siempre, siempre he pensado habrá alguien en este mundo que me vaya amar, será que realmente existe alguien que lo de todo por mí, porque hasta ahora mi vida es un desastre, vivo sumergida en una enorme depresión, veo a mi alrededor un mundo, pero ese mundo está muy lejano a mí.

Yo no, soy como las demás personas, aunque lo admito trato de aparentar que lo soy; pero realmente no lo soy, vivo en mi propio mundo; en el mundo de mis fantasías porque al fin de acabo esos son fantasías.

Siempre imagino que soy bonita, que tengo muchas cualidades, aunque en la vida real, no es así, en la vida real; soy un ser in significante; Que se levanta todas las mañanas sin una ilusión, sin anhelos.

Me pregunto siempre porque estoy aquí, porque yo desde pequeña me han dicho que estoy aquí porque gane la carrera; esas expresiones vulgares me han dicho siempre; pero bueno si sé que todos estamos acá con un propósito o bueno que Dios tiene un propósito para con nosotros.

Pero realmente todos conocen su propósito; porque al menos yo con aproximadamente 20 años no tengo ni idea cual es mi propósito.

Vivo cada día igual que el anterior: todos los días son iguales para mí, voy a la universidad, luego vuelvo a mi casa, hago tareas estudio y el siguiente día vuelvo hacer exactamente lo mismo.

Pero existen tiempos como este que la soledad me abarco todo el pensamiento; las vacaciones que no salgo de mi casa; solo estoy en el mundo de mi fantasía o mirando telenovelas.

Es chistoso no he resumido la mayor parte de mi vida en la mitad de una página; cuando otras personas talvez no les alcanzaría, pero ni para contar un año de su vida y en este caso yo les he resumido diez años aproximadamente.

Pero hace lagunas semanas que me he sentido mal, en el sentido que no me afectaba mucho todo esto o bueno eso me hacía creer yo.

Nunca he conocido el amor, tuve un novio; bueno que no se le puede llamar así hace dos años que cometí ese error y lo hice porque pensé que podría tener a alguien que me quisiera; pero solo comprobé que hoy en día los hombres miran a una mujer como un juguete sexual.

Pero bueno eso supongo que ya muchos lo saben; porque como dice mi mama hombre de fiel solo Dios. Aunque sí sé que existen uno que otro, que en estos tiempos quiere algo serio con una muchacha.

Aunque por desgracia yo no creo que tenga esa suerte; puesto que soy fea, quien se podría fijar en alguien como yo; habiendo tantas muchachas bonitas; llenas de juventud, yo soy un caso perdido.

Pero, aunque sea un caso perdido eso no me impide poder querer o llorar por alguien; no sé por qué, pero, el día de mi cumpleaños número quince paso algo muy extraño. El hijo del pastor de la iglesia a la cual asistía me felicito por mis quince años dándome un abrazo, el cual no creo que olvide nunca.

Ese día me marco por completo ese niño; porque han pasado cuatro años y su olor está en mí; siempre que me acuerdo de ese momento y respiro siento como si él estuviera allí junto a mí.

No sé, porque, pero siento que pasaran los años y yo siempre lo recordare; aunque si definitivamente sé que es algo imposible. Porque pues llevo como 3 años sin verlo. Lo único que sé es que está bien después del accidente que tuvo, que pues fue lo último que supe fue que se recuperó y que está bien.

A veces me pregunto si se a acuerda de mí, con lágrimas en mis mejías; me gusta imaginar que sí, aunque en mi interior sé que él no se recuerda de mí. Si tan solo supiera que no lo puedo sacar de mis pensamientos.

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