Eran las 7:00 de la tarde. Se fué hacia el paseo marítimo de Barbate, Cádiz. Se sentó en la húmeda arena y comenzó a leer mientras le esperaba. Como siempre llego a las 7:15 con su camiseta ancha de tirantes y vaqueros cortos. Tan guapo como siempre. Nos dimos un intenso beso en la boca y paseamos por la playa miestras nuestros pies tocaban la fría agua de la playa.

-José, te tengo que decir algo.

-Soy todo oídos.

-Me marcho, mañana cogeré un tren hacia Madrid de nuevo.

Silencio, solo hubo silencio, lo único que se oían eran las olas llegando a la orilla.

Vi como sus bonitos ojos verdes se llenaban de lágrimas.

-No me lo puedo creer. Después de compartir este bonito verano conmigo ahora te vas.

-No te enfades, el verano acaba y pues nosotros también, pero podemos seguir en contacto y tal…

Después de eso, interrumpiendo su conversación, José la pego un empujón y se fué corriendo.

Mientras que corría se le caían las lágrimas por las mejillas. Se sentó en un banco del paseo marítimo y se limitó a llorar. A los 15 minutos oyó una llamada, suponía que sería de Luna, su ex-novia pero era un número privado.

-¿Sí?

-¿Familiares de Luna Escobar?

-No, soy, soy un…amigo ¿Qué pasa?

-Luna ha sido atropellada por un camión en una calle del paseo maritímo.

Y ahí, se quedó cuenta, que es mejor amar lo que tienes que lo que perdiste.

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