Empezar después de los 30

Porque cuando tenemos 16, creemos que a los 30 nuestra vida estará resuelta, lo vemos tan lejano, que creemos que la vida nos ira guiando y dando respuestas, que nos ira acercando a las personas correctas, con hijos o sin ellos, pero en una relación estable, en el trabajo soñado, viviendo una vida adulta envidiable, aahh que hermoso! (Suspiro).

Pero llegas a los 30, y no, la vida no es así, la vida no es la encargada de darte respuestas, las respuestas las vas obteniendo de las decisiones que vas tomando, y te das cuenta que las decisiones tienen consecuencias, buenas o malas, y hay un resultado, y entonces el miedo te detiene, no quieres hacer cosas nuevas, arriesgarte, experimentar, moverte, porque ya no tienes 16, porque a esta edad si te equivocas, hay que volver a empezar, y lo vemos como algo catastrófico, pero ¿Cómo es eso posible? ¿A esta edad? ¿Y sí ya no vuelvo a amar? ¿Y sí ya no conozco a nadie más? ¿Y sí ya no me contratan? ¿Y sí me corren? ¿Y sí nunca puedo iniciar mi propio negocio? ¿Y sí no puedo con este nuevo deporte? ¿Y sí me juzgan por mi edad? ¿Aún podré hacer eso?

«Tengo 30 y no tengo nada. Tengo 30 y no sé qué hacer de mi vida.»

Vemos todos los contras ante una caída, porque no la esperábamos, porque ya había un camino que recorríamos todos los días, quizá no era sencillo, pero ya lo conocíamos, y de repente las cosas cambian, y reevaluamos dónde estamos y hacía donde vamos.

Lo último que vemos en las caídas es la oportunidad de iniciar, de hacer cosas nuevas, de tomar mejores decisiones, de elegir mejor con quien vivir la vida.

Ante circunstancias adversas a lo que esperábamos, lo primero que tenemos que hacer es agradecer, agradecer a esa persona que ya no quiso compartir su vida con nosotros, gracias porque tengo la oportunidad de elegir a alguien mejor, a los trabajos que decidieron dejarnos ir, gracias porque no veía que hay muchas oportunidades, a los amigos que se alejaron, porque le dejaron espacio a gente nueva, porque gracias a estas caídas me doy cuenta que me puedo levantar, puedo iniciar una nueva historia, reescribirla y mejorarla.

La palabra «Crisis» (Wei Ji) según los chinos, significa peligro y oportunidad.

Llegan las nuevas oportunidades y las aceptas, y pueden conllevar un peligro ante la decisión que tomes, pero sirve de experiencia y nada más.

Porque vivir es maravilloso, habrá momentos difíciles en tu vida que causaran un impacto, estos momentos te cambiarán.

Tienen que pasar cosas en nuestra vida para despertar de nuevo, para salir de la rutina, vivir de nuevo, sentir, reír, llorar y encontrar una nueva motivación.

Porque he escuchado a muchas personas decir que a esta edad creen que es la etapa final de experimentar, de arriesgarse, no se dan cuenta que en esa etapa nunca llegará mientras respiremos, siempre hay cosas nuevas, nunca es demasiado tarde.