Somos marionetas de la sociedad, donde el progreso y la calidad de vida depende solo de cada ser, cada individuo hace la diferencia de vivir o morir en vida, cada persona es capaz de lograr lo que se proponga, solo necesita la fuerza de su alma, su luz interna. Esa que a veces esta sofocada, anudada por su masa de entes negativos, de celos indecorosos, súpito, de luces abnegadas para asimismo; malos pensamientos, desengaños absolutos y frente a esto ¿Qué podemos hacer?
Eso depende de lo que halla en nuestro corazón, ¡Qué habrá!, ganas de vivir, de luchar por nuestro existir, de sacar fuerzas internas para soportar la inutilidad de vida que a veces pensamos ¿sin querer? que cada ser conlleva, se fija y se prolonga, ¿en qué estamos? Encadenados en una vida conformista en la cual nos levantamos desde que tenemos razón de ser, y cuando hablo de razón de ser, me refiero a que somos niños y tenemos pequeños recuerdos de nuestra infancia, el mayor lenguaje de humanidad, nuestra niñez pura y baldía por ser inherente a cada ser, esa hermosa razón de ser, que por naturaleza poseemos, esa que todo individuo aún conserva, y depende de lo que es, de lo que quiere ser y abarca toda nuestra vida para regir un buen camino.
¡Nuestra mente es muy poderosa! todo lo que pensemos y anhelemos con nuestra alma proyectará una realidad, sí tenemos esa guía adecuada para realizar nuestro deseo, ten la seguridad que todo se puede lograr; nosotros somos dueños de nuestro sentir y hacer, ¡tenemos la acción de hacer! Aquella chispa en ti, le pone a todo lo que hacemos nuestro vivir, pero no solo necesitáremos de una actitud positiva o realizativa para llevar un hecho acabo, también poseemos aptitudes, aquellas que le da la propiedad a cada individuo de realizar algo, es esa capacidad divina que cada quien tiene para construir, luces inhóspitas que día a día se encuentran en el vivir, es nuestra tenacidad lo que nos permite lograr eso que añoramos, siempre y cuando saquemos a flote nuestras actitudes , nuestros deseos nobles y sinceros que jamás desearán perjudicar a ningún ser, ni al estado de locura innata y sensata. “La sonrisa” esa linda expresión que tenemos cuando la esencia es natural y trabaja para asimismo, ese bienestar, tranquilidad y felicidad absoluta que poseemos solo por el hecho de estar aquí. Nuestro amor propio y por los demás, porque cada cosa que hagamos, deliberemos, y anhelemos en pro de uno y para todos, resultará en un bien común, y ese bien común será el reflejo de nuestro corazón, ese que nos define, en lo que en realidad somos ¡el resultado de un todo!, de actuar correctamente para que la vida, la naturaleza actué cortésmente hacia nosotros.
Cada ser tiene esa chispa para lograr todos sus sueños, y somos nosotros los que decidimos cuando encenderla, si es el ayer, el mañana o simplemente el ahora.
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