Esta , mi familia.

Esta, mi familia, la que dios me dio. Hay veces que me pregunto por qué me toco eso ama.

No porque mi familia no sea buena si no porque desde que era pequeño siempre me pregunte que se sentirá tener una familia convencional y corriente. Mi nombre es Alex y tengo 18 años nací en rosario pero mi familia vino a vivir a un pequeño pueblo que hoy día ya es una gran ciudad.

Si como ya habrán notado, Funes, esa pequeña ciudad que si bien no tiene muchas atracciones y quizá esa ciudad en donde hay bastante delincuencia esa es mi ciudad. Aquella en la que en el año 2000 fui traído por primera vez siendo bebe en manos de mi tan querida madre y de mi ausente padre. Si digo ausente por que el murió, murió por no cuidarse de sí mismo y murió simplemente porque siempre prefirió el juego y el alcohol antes que a su propia familia. Esa la cual sufriría y sufre tanto en su ausencia y esa que tendría que pasar por tantos percances por ausencia de él.

El día exactamente no lo recuerdo porque falleció en el año 2004 cuando yo tenía apenas 4 años pero lo que si recuerdo fue aquel gran dolor que sentí cuando todos mis tíos se acercaron a mí con cara de tristeza a darme la noticia , aquella noticia que marcaría por siempre mi vida. La muerte de mi padre, ese padre que si bien no compartió casi nada pero al fin y al cabo ese padre que dios me dio. Ese padre al cual ame por el poco tiempo que lo tuve.

Aquel mismo que a lo largo de mi vida me hubiese gustado tener y aquel mismo que hoy me gustaría tener. Ese mismo que tanta falta me hizo en aquellas reuniones escolares, en aquellos actos de la escuela o simplemente cuando alguien me preguntaba sobre él. Joder, que difícil es cuando a un jodido niño se le pregunta sobre su padre o madre muerto. Porque simplemente la herida aun no cierra, es una herida que se lleva por siempre en el corazón pero que a lo largo del tiempo uno va aprendiendo a convivir con ella.

Pero esa herida que cuando se es pequeño se convierte en un nudo en nuestra garganta. Ese mismo nudo que tuve por 8 años de mi vida, esos 8 años de mi vida en los cuales prácticamente por vergüenza no los abre disfrutado. Años en los que no tuve amigos, años en los que me lo pasaba en casa mirando televisión y comiendo.

Mismos años en los cuales sufría de una gran depresión y vacío por no tener amigos ni por no tener un padre al cual poder contarle las cosas, un padre que jugara conmigo y un padre que me abrazara. Jamás dije nada , a pesar de haber sufrido Bull ying o maltrato por partes de algunos profesores jamás le dije nada a mi madre porque pobre , ella siempre hizo lo que pudo , estuvo conmigo como pudo porque es más que notable que a pesar de haber estado ella también sufría por la falta de su compañero de vida.

Entonces se puede decir que ambos cumpliendo un pacto de silencio mutuo jamás dijimos nada. Ella jamás soltó una lágrima en frente mío, jamás pidió un abrazo ni en sus peores momentos y yo haciendo lo mismo, guardando silencio.

Un silencio que a la larga nos lastimaría a ambos pero un silencio que ambos elegimos cumplir. El mismo silencio que hoy día guardo en esos en los cuales necesito consejos de ese padre que tanto me falto, pero ese que decido guardar.

Eligiendo eso porque prefiero mil veces la sonrisa de aquella madre que fue todo para mí antes de un abrazo de aquel padre que jamás hizo nada por mí. Entonces es eso… Esa es mi familia, mi madre, aquella que si tenía que sacarse un pan de la boca para dármelo me lo daba y esa misma que entregaría su corazón por mí.

Ella es toda mi familia , esa misma familia que dios me dio , esa que quizá no entenderé porque fue así, por qué bueno como a todos nos pasa en esos momentos en los cuales nos ponemos reflexivos pensamos sobre todo pero…

Al fin y al cabo esa familia que tanto amo…..