La infancia se vive con gran alegría hasta que comienzan los tropiezos, esos donde los adultos de la casa deciden que todo puede ser mejor bajo sus ordenes y señalamientos estrictamente planificados… ¿Qué significado tienen llegar al planeta como parte de un acuerdo donde se han mezclado las convenciones sociales, las tradiciones y los lazos románticos…?
Nadie te prepara para lo que te espera, sin embargo los momentos mas felices pueden vivirse en medio de ese grupo al cual nos apegamos y en el cual crecemos.

– Mientras escribía Rosaura su ensayo, yo la miraba con la taza de café desde el sillón. Ella se empeñaba en leer para mi en voz alta y de reojo me miraba, como esperando en mis semblante algún atisbo de aceptación o duda.

De pronto se quedo en silencio y me señaló con las cuartillas en la mano, inquieta por conocer mi opinión…

-Alba, ¿qué opinas? dime algo dame un dato no tengo mucho que decir al respecto…

-Provenimos de ese núcleo, somos parte de una tradición milenaria y cierto no han dejado mucho para decir, las cosas han cambiado, los momentos se han roto y la vida nos ha dado muestras de que ese núcleo que no se partía con facilidad ahora es endeble…

-Rosaura, ¿crees que desapareceremos como especie?

-Tal vez eso no dependa de la familia, sino de que un asteroide decida hacernos añicos en el espacio… La humanidad es una amiga, ella ha emprendido un viaje diferente pero no deja de ser solidaria con progenie y al mismo tiempo, en las diferencia puede ser la más cruel y despiadada depredadora de su propia especie.

-¿ Te das cuenta Rosaura, eso es complicado si no eres de las ideas del clan no pertenecer, eres excluido, es una ecuación compleja.

-Alba, es instinto, es puro y natural instinto de supervivencia…

-Yo provengo de una familia monoparental y en algún momento añoré pertenecer a una solidaria y elocuente familia nuclear y lo más gracioso es que muchos de ellos sienten más empatía con personas que no pertenecen a sus congéneres, además existen luchas intestinas de poder y envidia por las posesiones, herencias y eso es cruel…

-¿Ves? me das la razón.

-Si Rosaura, ah! lo complicado es cómo hacer ese ensayo…

-Cierra los ojos amiga mía, sólo has eso e imagina… Aquello que venga con mayor fuerza a tu mente al pensar en «familia» puede convertirse en el tema…

-Tal vez tengas razón, voy a dormir un rato y mañana será otro día… Buenas noches y gracias de corazón, muchas gracias…

-Alba, sólo si funciona el consejo te acepto las gracias, ¿de acuerdo?

Con semblante cansado Alba se rascó la cabeza y dibujo una leve sonrisa apenas perceptible para su amiga… La noche arrullo el sueño de ambas de alguna manera Alba soñó con el aroma fresco y alegre de los duraznos en el frutero de su casa, las gotitas de lluvia en el cristal de su habitación donde dibujaba espirales esperando ver aparecer por el cruce el brillo de los faros del auto de su padre retornando a casa…

La vida nos llena de nostalgias, nos cubre de sentires y melancolías, de asuntos inexplicables que con los años se aclaran, relaciones de vida que no comprendemos, pero aprendemos a respetar…

Alba recordó a las vecinas del barrio viejo, esas damas que discretamente habían pactado entre ellas un silente amor mutuo, oculto a todo convencionalismo, marcado de silencios en el cruce de la calle que llevaba a la misa de siete…

También soñó con el joven alto y delgado de manera suaves que servía capuchinos en la pastelería cerca de la universidad, un ser solitario y servicial que reprimía una admiración secreta por el profesor de danza…

El recuerdo agrio de su abuela que imploraba a su padre, le hiciera caso a la mujer aquella que de vez en cuando solicitaba una taza de azúcar y convidaba melosa su tarta de ciruela.La abuela paterna una figura de autoridad… Cuando perdió la esperanza de que su padre volviera a intentar casarse empezó a perecer más simpática, a veces Alba imaginaba ¿que habría sido de sus recuerdos de infancia si hubiera convivido con la abuela de su madre a quien no conoció?

La noche fluía los grillos arrullaban la serenidad de la luna, Alba soñaba con el piso de adoquines que daba al portón de la casa de Rosaura, ese ensamble donde el valor de la familia estaba formado por hermanos, amigos y vecinas, ahí el sentido de la palabra «familia» tenía que ver muy poco con la filiación consanguínea, ella entendía de solidaridad como ninguna otra.

El celular inicio su suave timbre que estaba programado para ir en aumento y no parar hasta que ella completara un rompecabezas virtual, un método único e infalible para despertar a como diera lugar.

Rosaura la miraba desde lejos alistando la prensa francesa, cuando acomodaba todo en el escritorio para teclear el ensayo resuelta a terminarlo y exclamó:

-¿Sabes Rosaura? dio resultado amiga, GRACIAS

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