Un breve momento entre el ruido y el silencio, uno que ocupa mi mente y mi tiempo sin prestar atención al resto. Difuminando los límites de lo abstracto y lo definido, en sus bordes me encuentro observando esa brevedad que brinda una sencilla mirada distante, conectada por el asombro y la curiosidad que nos precede tras el presente perfecto que esté preciso y efímero momento nos obsequia, abrazado por la añoranza canta la felicidad recordando con tristeza el inicio y el fin que dio paso al eco centelleante que danzante abre camino al nuevo ciclo inmerso en los bosques de voces rotas cubriéndose de la lluvia de promesas que el cielo y el mar juran de ocaso al alba. 

Buscando la luna al atardecer aleje al sol, añorando tu brisa sumergí mis pies en la arena esperando que el tiempo no me aleje y en el andar de las nubes deje las estrellas caer de mis mejillas dando paso al amanecer por un segundo, por tan solo un segundo quiero saber que estás aquí. Tras el último paso de mi historia me encuentro contemplando el resplandor de tu sonrisa por un instante que el cansado latido de mi corazón me dio.

Etiquetas: poesía prosa verso

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