En el cúmulo de Pismis 26, cerca del bulbo galáctico, existe el planeta habitable Hamartia. En el año 6.001 n.e. o d.c. de la Tierra, la humanidad habitó el planeta. Después de 99 años, lo que sería el año 7.000 de La Tierra, el planeta tenía solo una cuidad central con pueblitos alejados alrededor de la cuidad, pocos miles de habitantes con respecto a una colonización galáctica. Faltaban unas horas para el festejo de los 100 años en el planeta, el año 7.001 festejaría La Tierra. Los Hamartianos pensaban que esos navegantes galácticos, que decían que no había que establecerse cerca del centro galáctico, eran unos mentirosos. Hace casi 100 estuvieron ahí y nunca había pasado nada, ni si quiera un problema con la agricultura. Los hamartianos pensaban que esos centristas terricolas vivían teniendo miedo por todo, seguramente se cruzaron con un animal extraño en algún planeta y ya andaban llorando. Allí también se encontraban animales propios del planeta, pero nada que el humano no podía enfrentar. Así veían los hamartianos a los que no se animaban a colonizar más allá de las cercanías del sistema solar terricola.
La humanidad es tenaz y testaruda. La naturaleza humana es testaruda, aunque sepa que fracasa y la vida se lo demuestre, siempre hay una posibilidad que le demuestra que su terquedad tiene premio. Es como si una fila de humanos metiera los dedos en el enchufe y, de 100 personas, murieran 99 y 1 obtenga el don de absorber electricidad. Es totalmente contrario a la lógica, pero así funciona. Los humanos usamos la terquedad como si fueramos una embestida de salvajes, no funciona ni es lógico que funcione, pero de tanto insistir cada tanto se logra. Eso es lo que pensaban los hamartianos, la terquedad hace la fuerza. Pero también es verdad que no todas las frases o reglas aplican a cualquier cosa, hay limites, esa es la contradicción que tiene el ser humano entre la lógica y la terquedad. Si no es terco y es muy lógico, no consigue cruzar sus propios limites, pero si es terco y no usa la lógica, muere en el intento. La vida es una contradicción.
Los hamartianos no creían en frenarse por la lógica, el exceso de pensar paralizaba para ellos y lograr conquistar el planeta tanto tiempo era su prueba. Por eso iban a festejar los 100 años. Pero, como dije antes, todo debe aplicarse según el caso.
Faltaba cada vez menos, solo una hora para los 100 años. En un pueblito festejaban con brindis y comidas la llegada del año nuevo y del siglo nuevo. 30 mintuos para los 100 años de festejo, mientras charlaban con felicidad, un animal pequeño de 4 patas autóctono del planeta, que era doméstico y común, apareció en el patio donde festejaba una familia. Un anciano acarició al animal y el animal lo miro a los ojos al anciano, en los ojos del animal había un patrón de cuadrados blancos y negros. El anciano empezó a transformar todo su cuerpo de estos pequeños cuadrados negros y blancos como si fuera una tabla de ajedrez o la bandera de las carreras. Lo mismo le empezó a pasar al animal, desde las manos del anciano. El anciano veía todo el paisaje del mundo con acromatopsia o monocromatismo. Los familiares que estaban adentro de la casa vieron las pantallas tecnológicas que transmitían los festejos y de repente todas las pantallas mostraron este mensaje: «01000101 01110010 01110010 01101111 01110010».
Los familiares del anciano se preguntaban que pasaba y preguntaron por el abuelo. Cuándo salieron afuera vieron al anciano cuyo cuerpo era solo cuadrados negros y blancos. Todos los familiares empezaron a transformarse en cuadrados negros y blanco, de su cuerpo solo mantenían el contorno geométrico. 10 minutos para que se cumplan los 100 años, se escuchaban fuegos artificiales en la cuidad y gente festejando. Todo el pueblito de Malevic se transformó en esos cuadrados negros y blancos.
5 minutos para que se cumplan los 100 años, todos los pueblos del alrededor de la cuidad se convirtieron en esos cuadrados negros y blancos.
3 minutos para que se cumplan los 100 años, poco a poco todos se iban transformando en esos cuadrados negros y blanco. Algunos huían y corrían, la mayoría no tuvo tiempo ni de reaccionar.
1 minuto para que se cumplan los 100 años, las autoridades del personal avisaron a los Astrocontroles y naves espaciales que auxiliaban a los planetas emitiendo la señal de ayuda comunicando al detalle lo que pasaba.
10 segundos para que se cumplan los 100 años, todos los humanos del planeta fueron transformados con esos cuadrados negros y blancos.
¡Feliz 100 años! – decían las pantallas de la cuidad mientras mostraban errores en las pantallas -. Un ser de 3 kilómetros de ancho salió debajo de la tierra del pueblito de Malevic, sí, 3 kilómetros de hombro a hombro. La figura humanoide estaba formada por esos cuadrados negros y blancos. El anciano y los familiares de la casa donde apareció el animal estaban quietos como si fueran estatuas, que eran unos microbios a comparación al humanoide que salió de la superficie.
Lo mismo pasó con todo el planeta, se tiñó manchada de efectos visuales rarisimos en blanco y negro de distintas formas (no todo el paisaje urbano se formo de cuadrados, variaban). Esos humanoides sin rostro compuestos de cuadrados negros y blancos salieron de la superficie. Uno salió del centro de la cuidad, que para apoyarse y salir debajo del suelo, aplastó el microcentro de la cuidad y los carteles que decían «Feliz 100 años»
En el año 7.001 n.e o d.c. de La Tierra, la humanidad aprendío una valiosa lección, nunca más cruzarían la zona fronteriza del centro de la Vía Láctea donde se ubicaba el bulbo galáctico. Desde ése momento, la humanidad aprendío el error de Hamartia y colonizó planetas de otras galaxias, fuera de la Vía Láctea.
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