Me quedé sola, así como me gusta a mí, fui a un pub, cerveza, mire a mi alrededor y me di cuenta que había full droga, me habría pegado algo, pero les juro que acá todo es tan caro y tampoco te dan confianza para pedirles una pitadita, en todo caso, pase la primera parte de la noche con dos chicos que salían del trabajo al pub, eran dos constructores, tenían los zapatos y los pantalones llenos de pintura, ahí poco a poco empezó a activarse mi sentido de observación, claro que con ellos era muy fácil saber que hacían, no paso nada en especial en este bar así que decidí volver al hostal, mi plan era quedarme la noche entera sin dormir pero viendo el triste panorama fui a la estación y por mala suerte ya no habían trenes, en ese momento pensé que era una mierda tener que quedarme habiendo decido irme ya.

Quería quedarme en la estación para estar calientita y esperar ahí a que comiencen otra vez los recorridos, pero nada, me sacaron con la máquina que lo limpia todo a punte agua, así que mijita fuera a buscar un lugar donde calentarte, la verdad hacía frío, pero no un frío más frío que el de Quito a media noche.

Empecé a caminar y empezó a llover, ya nada pues, tenía lo que había en el fondo buscado, no tenía miedo solo era un poco de ganas de hacer que el tiempo pase más rápido, que ya sean las 5 y 30 am para volver a la estación.

Me senté en una parada de bus y un señor empezó a hablar, era uno de esos señores odiosos, le dije que había perdido “lost” el tren y me respondió: pero cómo si es muy grande y me dijo ah “missed” el tren, eso es otra cosa; o sea… dos palabras que en español son lo mismo, así pierdas un tren porque lo perdiste de vista o que perdiste porque se te fue o seaaaaaa… para mi así se “lostée” o se missée” igual se pierde, ustedes me cachan?!!?.

Tan mal me cayó el man que me fui de mi mini refugio, empecé a caminar para calentarme y vi la luz y oí la música al final del túnel, era un bar cubano con El cuarto de Tula, quise entrar pero una mano grande se interpuso: son 5 libras, no tengo, seguir caminando, diablos!! más allá era más obscuro así decidí regresar y quedarme fuera del bar como si hubiera salido a fumar un largo tabaco, cómo sería mi cara que mano grande me dijo entra, entra no más y yo le dije gracias, es que perdí (ahora sí con el perdí justo) el tren.

Ahí solo me calenté y vi como es chistosa la gente, oían y bailaban salsa antigua, lo cual está muy bien, pero eran LPes del año de la chispa que se cortaban a cada rato sonaba terrible, no sé, ya no me quejo porque me dio calor hasta las 2 de la mañana, ahora? le pregunté a un cubano en la barra, hay un motel por acá a la vuelta, yo fui a la vuelta pero no encontré el tal motel, encontré un “lugar distinguido” como llamábamos con mis amigas de aventura a esos lugares en que tus papás ni en sus peores pesadillas pensarían que estarían sus hijas, cantinas, bar con todos los olores de mala muerte y fue lo más distinguido de la vida, me puse a bailar sola para calentarme, era música electrónica y me dejé llevar, con los ojos cerrados para no ver nada y en eso un chico se unió y luego se despego, luego se pego otro y otro y luego………

Luego me senté, pero frente a mi estaba Él, unos ojos y una sonrisa que me veían a mí, caminó y me estiro sus manos, sus hermosas manos, y empezamos a bailar, aquí es cuando me prometo para los días siguientes de toda mi existencia, ser mas observadora, entender los pequeños mensajes que te dan los olores, las formas, los movimientos, sus manos se movían con un ritmo raro, especial, lo primero estúpido que pensé fue: es

amanerado, luego seguía moviéndose y me dijo algo, no entendí y quise hablarle pero ya no pude y le besé, nos besamos y abrazamos y fue al sentir su pelo que me di cuenta que era un ser celestial, que tenía el pelo más hermoso de este mundo, era largoooo hasta sus nalgas, estaba sin arrugas, eran brillantes como maíces mojados y dorados al sol, era suave sentirlos en mis manos y besarnos dentro de ellos.

Me dijo vamos a caminar un poco, salimos y empezó una aventura de cuento, de las que no crees que puedan ser verdad, robamos unos plátanos por ahí, huimos de la policía, corrimos por un túnel de agua, no sentía frío, no sentía hambre, solo quería que la noche durara para siempre frente al Thames mágicamente gris, todo gris, todo hermoso, sentí finalmente que el gris es un color, un color intenso tal vez el más puro de todos, subimos a una terraza donde sus cabellos eran mi cobija y frente al río, su río, oír sus latidos del corazón.

Miré con pasión al concreto, sentí la vida y la muerte que corre por sus tejidos, donde la luz y la madera suavizan a ese monstruo insaciable, nunca había visto y sentido que el cemento sea tan poderoso y hermoso a la vez…

Él es escultor y tiene en su cuerpo tatuajes que esculpen su belleza, es hermoso y nunca más me podré enamorar tan corto y tan profundamente del Thames, del concreto y del hijo de la ciudad.
Se hicieron las 5 y 30 pm y feliz, más feliz que cansada volví al hostal a recordar cada segundo del contacto de sus cabellos en mi piel.

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