Rocio y el Monstruo.

Un animal grande dicen algunos que atacó el pueblo y se llevó con él a una de las niñas .Durante mucho tiempo todos la buscaron. Organizaron una cacería inimaginable. La niña se llamaba Rocio. Era una nena como cualquier otra, pero tenía un miedo muy grande a la oscuridad.Su temor era tán fuerte, que de noche dormía con todas las luces de la casa encendidas.

Sus amigas y amigos cuando salían del colegio, iban al bosque con palos en la mano, con la esperanza deencontrarla.Los árboles le contaban tremendas historias de terror.Plantas carnívoras los amenazaban, pero los chicos no tenían miedo.Las tardes transcurrían con los gritos de los pequeños valientes. 

-Rocío, Rocíoooo, pero ella no aparecía, con el paso del tiempo, muchos adultos dejaron de buscarla.Pasó el día de la madre, el día del padre, el día del niño y las fiestas escolares sin Rocío.

Se tejieron millones de cuentos maravillosos. Rocío se casó con el monstruo. Rocío se convirtió en planta carnívora. No es un pájaro que todas las tardes vuela muy bajo sobre el colegio.

A pesar de las infinitas historias, sus amigos siguieron buscandola.Una tarde de verano, caminando por el puente que bordeaba el río, los habitantes del pueblo quedaron sin habla.

Vestida con un vestido blanco Rocío se acercaba,despreocupada , de la mano la llevaba el monstruo gigante. Si hasta parecían amigos de años. Cuando llegaron a la puerta del colegio,ella lo abrazó y se despidió.El se fué saludándola desde lejos. 

Ella se abrazó con los que se le acercaron sorprendidos de verla.

– Pero Rocío, nosotros pensamos….

– Si yo también, pero no es malo, sólo le tocó hacer de monstruo en este cuento.

Y yo soy su única amiga . Muchos organizaron nuevas cacerías sin éxito y en tardes de primavera Rocío lo visita junto a alguno de sus amigos.

Las plantas carnívoras misteriosamente se convirtieron en miles de rosales de todos los colores.

Y sus manitas blancas, se entrelazan en manos peludas con uñas muy pero muy largas.

El nuevo desafío, comentan algunos, es que el colegio le haga un lugar para aprender, porque los que lo conocen dicen que es un monstruo muy culto y refinado.

Rocío está dispuesta a hacerle un lugar junto a ella, sabe que junto a él la diversión está asegurada. De noche, sus padres están asombrados porque duerme con las luces apagadas. 

Lo que nadie sabe que junto a su cama, él con sus manos peludas la cuida , muy callado , y al llegar la mañana se escapa por la ventana.Eso sí, después de compartir juntos el desayuno contando miles de historias inimaginables.