Regreso al pasado o el súper collage de los ochenta

Haciendo limpieza me encuentro con toda una colección de la Súper Pop, que, ¡patapum! Me cae en la cabeza, y una de las revistas justamente se abre por la foto de la cara de Michael J. Fox (ese debe ser el único póster del actor que no colgué en la pared de mi cuarto). Siguiente página, A-ha, otro clásico de la revista para adolescentes. El único tema que recuerdo de los noruegos, Take me on. Empezaba de una manera muy característica… 

¿Qué será lo próximo? ¡Propaganda de la colonia Chispas! Todavía no he olvidado su olor, ni el anuncio de la tele.

¿Cómo era la canción?  Esa la primera, luego ya… 

Y después de este preámbulo, efectivamente, voy hablar de los ochenta, a riesgo de parecer una oportunista. Está de moda hablar de esa década, lo sé. Pero oye, el destino así lo ha querido, y hay pocas ganas de quitar el polvo.

Además, yo tengo autoridad para hablar de esos años. Yo he visto cosas que vosotros, generaciones y y z, no creerías. Naves de ataque en llamas más allá del hombro de Orión (en realidad me lo contó un replicante empapado por la lluvia, pero me lo describió con tanto sentimiento que es como si lo hubiese vivido). Yo me he puesto la rebequita en primavera, la manga corta en verano y el abrigo en invierno. Yo me he enamorado del chico del monopatín que viajó al pasado con un DeLorean. Yo he visto actuar al grupo más transgresor de la historia en las fiestas de mi pueblo cuando sólo era una niña (todavía me acuerdo del momento en que La Polla Records le dedicó una canción a “los testículos de Jehová”); y me he encontrado con el pobre niño pijo del Ford Fiesta retorciéndose entre los polvos picapica de los Hombres G #bocadillo. Yo he aprendido anatomía humana bailando con Alaska #bocadillo .Yo he conocido a la Bruja Avería #bocadillo (¡Viva el mal, viva el capital!, eso sí que da miedo y no el Demogorgon de Stranger Things), y a aquella naranja vestida de futbolista que estaba en todas partes #bocadillo. Yo he escuchado el portazo de la señora que cada día le preparaba la copita de coñac a su marido para evitar ser agredida, y la he visto entrar en aquella oficina como un torbellino.

¿Qué habría sido de esa mujer empoderada si aquel señor de bigote y sombrero extraño nos hubiese hecho retroceder al blanco y negro?

Es una falacia eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor, y no me va la nostalgia, pero quiero estar un ratito más entre estas páginas impresas a todo color, en aquel mundo en el que se miraba al futuro con optimismo, y Michael J. Fox no tenía Parkinson.

Una servidora ha canturreado, tarareado y destrozado (con cariño) los siguientes temas:

Take me on (A-ha. Hunting High and Low. 1985)

Canción del anuncio de la colonia Chispas.

Canción del anuncio de la colonia Farala.